Fotografía de archivo del entorno del vertedero de Son Reus, en Palma de Mallorca. EFE/ Cati Cladera

Palma dedica 6,9 millones a frenar la contaminación del vertedero de Son Reus

Palma, 13 oct (EFE).- El Ayuntamiento de Palma ha sacado a concurso por casi 6,9 millones de euros el proyecto de mejora de la cubierta del viejo vertedero de Son Reus con el objetivo de frenar las filtraciones de lluvia que contaminan el acuífero sobre el que se asienta el depósito de basuras clausurado.

El consistorio ha informado este jueves en un comunicado de la licitación de las obras, que contemplan también la creación de nuevos pozos de medición de la contaminación del agua subterránea, así como la construcción de un nuevo lavadero para los camiones de recogida de basuras de la empresa pública Emaya.

El Ayuntamiento cumple de esta forma con algunas de las recomendaciones que formuló el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) en un informe encargado por Emaya que determinó que las filtraciones desde el antiguo vertedero contaminan el acuífero con once metales pesados.

El presidente de la empresa municipal y concejal de Medio Ambiente, Ramón Perpinyà, que trató de desacreditar las conclusiones del estudio del IGME, asegura en la nota del Ayuntamiento que la mejora de la cobertura y del sistema de control de las filtraciones persigue que “el vertedero clausurado no supongan ningún riesgo de contaminación para su entorno”.

El objeto del contrato es la “mejora de la cubierta protectora mediante la reimpermeabilización de las zonas que han sufrido una significativa subsidencia (hundimiento)”, según se recoge en el informe de necesidades para la licitación.

En este documento se precisa que, “además del refuerzo y la estabilización de los taludes deformados y de la red de drenaje superficial”, se construirán nuevos drenajes horizontales para la extracción de lixiviados, nombre técnico de los fluidos generados por la propia descomposición de los residuos y por el arrastre de elementos tóxicos por la filtración de agua de lluvia.

Emaya, responsable del vertedero clausurado, recuerda que los trabajos de sellado y clausura se ejecutaron entre marzo de 2010 y junio de 2011, y que el seguimiento sobre su estado aporta datos que “exigen la ejecución” de mejoras de impermeabilización y extracción de lixiviados.

Como ya planteó cuando se publicó que entre 2015 y 2019 se detectaron en el acuífero concentraciones por encima del nivel legal de aluminio, arsénico, cadmio, bario, cobre, hierro, mercurio, manganeso, níquel, plomo y zinc, Perpinyà ha afirmado que el de Son Reus es uno de los vertederos clausurados “mejor mantenidos” de España.

El juzgado de instrucción 12 de Palma abrió una investigación por la contaminación de las aguas subterráneas que cerró el pasado junio porque no cabe “atribuirla a persona o entidad determinada” y tiene su origen en la instalación del vertedero de Palma en un lugar inadecuado hace más de cuarenta años.

El juez señaló que Emaya y la dirección General de Recursos Hídricos del Govern, “organismos competentes”, habían “adoptado las medidas que se consideran necesarias para paliar” la contaminación.

El Ayuntamiento de Palma habilitó a finales de los 70 en Son Reus el vertedero, que llegó a acumular 4,7 millones de toneladas de basura antes de su clausura en 2008, a pesar de que contaba con informes que lo desaconsejaban por “una alta probabilidad de contaminación de las aguas subterráneas” y por la dificultad de impedir la contaminación.