Imagen de archivo del retorno a las clases tras las vacaciones navideñas en el colegio de infantil y primaria Nanda Cambres de Las Palmas de Gran Canaria. EFE/Ángel Medina G.

Pedagoga defiende que el docente debe adaptarse al aprendizaje de cada alumno

Rebeca Palacios

Logroño, (EFE).- Los alumnos deben ser los protagonistas de su aprendizaje y el docente les debe guiar con diferentes herramientas y adaptarse a la forma de aprender de cada estudiante, ha dicho a EFE la psicopedagoga Ana Reynoso.

Esta profesora del Grado en Pedagogía y del Máster en Psicopedagogía de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) ha defendido que los docentes no pueden enseñar igual a todos sus alumnos, ni utilizar las mismas metodologías, porque “cada alumno es diferente”.

Reynoso ha detallado que la teoría de las inteligencias múltiples del psicólogo estadounidense Howard Gardner propone ocho tipos diferentes, frente al paradigma de una inteligencia única.

En este sentido, ha citado que son: inteligencia lingüística, lógico-matemática, espacial, musical, corporal-cinestésica, intrapersonal, interpersonal y naturalista.

“Cada uno de nosotros destacamos en alguna inteligencia, pero es importante recordar que no todos los alumnos aprenden de la misma manera. Cada uno tiene su ritmo y su estilo de aprendizaje”, ha constatado.

Por ello, ha defendido que cada docente debe adaptarse a la forma de aprender de sus estudiantes, que puede ser activa, reflexiva, teórica o pragmática, y a partir de ahí “guiar” el aprendizaje para que los alumnos “no se aburran en clase y les guste seguir el ritmo”.

Comienzo del curso escolar 2022-2023 este lunes en la Comunitat Valenciana, para 803.860 alumnos de Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional, con 78.659 docentes, 743 más que el año pasado, y para más de 100.000 estudiantes de la Universitat de València, la UPV, la Universidad de Alicante y la UJI de Castelló. En la imagen, detalle de las mochilas durante el primer día de colegio en el Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) El Grau. EFE/Biel Aliño
Detalle de las mochilas en un colegio. EFE/Biel Aliño

No comparar


Con esta diversidad en el aula, esta pedagoga ha considerado “muy importante no comparar” a los alumnos entre sí, “al igual que una madre no debe comparar a los hermanos”.

Ha explicado que, esa voz exterior del docente, puede llegar a convertirse en una voz “interior” para el escolar, de modo que el alumno puede llegar a desarrollar una “profecía autocumplida” y “creerse que no puede hacer algo”.

Por ello, sostiene que el profesor debe utilizar diferentes metodologías con cada alumno para ayudarles “aprender a aprender”, porque cada uno es “distinto”.

En ese sentido, ha rechazado “las clases magistrales” y ha propuesto el uso de otras herramientas, como Kahoot, una plataforma similar a un videojuego que permite realizar cuestionarios de evaluación, a través iniciativas como concursos con los que el profesor puede evaluar o reforzar el aprendizaje.

El curso escolar 2022-2023 se inicia este lunes en la Comunitat Valenciana para 803.860 alumnos de Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional, con 78.659 docentes, 743 más que el año pasado, y para más de 100.000 estudiantes de la Universitat de València, la UPV, la Universidad de Alicante y la UJI de Castelló. En la imagen, el primer día de colegio en el Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) El Grau. EFE/Biel Aliño
Imagen d archivo de alumnos en un aula. EFE/Biel Aliño

Necesidad de un pacto de Estado

Reynoso ha abogado por alcanzar un pacto de Estado en educación, que evite cambiar las leyes educativas cada cuatro o cinco años, porque “no da tiempo a evaluar las normas después de haberlas implantado”.

Este pacto debería realizarse “por especialistas en educación, al margen de los políticos”, ha recalcado.

Además de toda la “burocracia” que deben completar los docentes, cada vez los alumnos están “más desmotivados, no tienen ganas de aprender, investigar y superarse, porque no hay cultura del esfuerzo”.

“Igual que los niños no llegan con un libro de instrucciones para sus padres, los profesores no tienen una varita mágica para atender a sus alumnos: hay que ponerle ilusión, ganas y tener vocación, para que la profesión te guste, te llene y apasione”, ha declarado.

De este modo, ha indicado, el profesor puede “enganchar a sus alumnos y conseguir que estén motivados” y, como truco, ha propuesto el uso del humor “para sorprender” a los estudiantes.

En su opinión, “la asignatura la hace profesor”, de modo que el interés que despierta en el aula una determinada materia se debe principalmente al trabajo que desarrolla el docente.

“El buen profesor es aquel que se preocupa por sus alumnos, les ayuda cuando están mal y les motiva. A ese, le recordarán con los años, porque, en educación, no todo es enseñar contenidos”, ha concluido. EFE