Imagen de archivo de la cárcel de Logroño. EFE/Raquel Manzanares

Funcionarios de la cárcel logroñesa frustran la fuga de tres presos que realizaron dos butrones

Logroño, (EFE).- Funcionarios de la cárcel de Logroño han frustrado la fuga de tres presos que habían realizado dos butrones en los baños de sus dos celdas para acceder a un hueco en el pasillo y después trepar al tejado de la prisión, ha detallado este miércoles a EFE fuentes del CSIF.

Según esta organización sindical, los funcionarios llevaban varios días “mosqueados” al observar un comportamiento extraño entre varios presos del módulo 5 de la cárcel, donde actualmente hay entre 40 y 50 internos, han relatado.

Anoche, decidieron realizar una inspección en el interior de las celdas de este módulo y descubrieron los dos butrones, uno de los cuales estaba más avanzado.

Entre la segunda planta de cada módulo y el tejado hay unos espacios denominado “patinillos”, por donde se accede a las plantas superiores para arreglar los desperfectos; y cada dos celdas hay un hueco estrecho ocupado por las tuberías de calefacción y el resto de tubos.

Los butrones se habían realizado detrás de los lavabos, con el fin de acceder al hueco y, desde allí, al “patinillo” y trepar hasta el tejado de la prisión, ha precisado CSIF.

Agresión a un funcionario

Uno de estos tres presos, que fueron trasladados al módulo de aislamiento, ha agredido este miércoles a un jefe de servicio de la prisión, quien podría perder la movilidad en el dedo de una mano por estas lesiones, ha informado a EFE el sindicato ACAIP-UGT.


El portavoz de la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP) de UGT en La Rioja, Joaquín Leiva, ha explicado que la agresión se ha producido tras comunicar a este preso, “de carácter conflictivo”, la suspensión de una salida programada para este miércoles.

En las obras de reforma realizadas en la cárcel de Logroño hace tres o cuatro años, ha agregado, se decidió fijar los lavabos a la pared con silicona, en vez de anclarlos.

Estos presos han despegado la silicona y después han realizado los agujeros, que han sido “difícil de detectar” por los funcionarios, ha explicado.

Ha recalcado que la cárcel de Logroño “no reúne condiciones para albergar a este tipo de internos” porque tiene categoría C, que es la reservada para presos de “baja intensidad”.