Un perro de la Guardia Civil ha ayudado a localizar el cadáver de un trabajador que ha quedado sepultado bajo los escombros al derrumbarse un edificio anexo al colegio Adoratrices de Logroño. EFE/Raquel Manzanares

Adoratrices había vendido el edificio que se ha derrumbado para construir una residencia

Logroño, (EFE).- El edificio que se ha derrumbado este martes en Logroño, donde ha fallecido un trabajador bajo los escombros, había sido vendido hace unos meses por el colegio Purísima Concepción y Santa María Micaela (Adoratrices) a una promotora, que proyectaba construir en él una residencia.

Así lo ha detallado el colegio en una nota, en la que ha indicado que el edificio en el que se realizaban las obras, anexo al centro educativo, ya no pertenece a la congregación religiosa que lo regenta, sino a una promotora.

Un ala de este edificio anexo, formado por tres plantas y un sótano, se ha derrumbado de forma vertical, en cascada, a la zona del patio interior del colegio y ha alcanzado a tres trabajadores que se encontraban en esa zona de la obra, de los que dos han sido rescatados con vida y otro ha fallecido al quedar sepultado por los escombros.

El colegio ha lamentado la muerte del trabajador alcanzado en el derrumbamiento, así como los daños sufridos por sus dos compañeros; y ha trasladado su “dolor y acompañamiento a sus familias en momentos tan duros”.

Cuando han ocurrido los hechos también se encontraba personal del centro en el colegio, pero nadie ha resultado herido, dado que todas las personas han sido evacuadas de inmediato.

El colegio ha agradecido todas las muestras de cariño recibidas y ha pedido a quien lo desee que se una a su oración por todas las personas afectadas y sus familias.

Por su parte, UGT y CCOO han convocado para este miércoles sendas concentraciones por este accidente laboral, en el que los tres trabajadores afectados estaban contratados por una subcontrata de la obra.