Logroño, (EFE). – Unas 150 personas del Servicio Riojano de Salud y de la sociedad pública La Rioja Cuida -integrada personal técnico de emergencias sanitarias- se han concentrado este miércoles frente al Parlamento de La Rioja para exigir más protección, tras el atropello múltiple ocurrido el pasado 4 de septiembre en el centro de salud de Haro.
El suceso se saldó con el fallecimiento de un trabajador de ambulancias -Manuel Montoya- y 5 heridos de diferente consideración -3 de ellos tres sanitarios de este centro de salud.
El presunto autor, un joven de 26 años, está en prisión como presunto autor de un delito de homicidio consumado y otros 5 de homicidio en tentativa.
La concentración, convocada por el personal sanitario de este centro de salud, se ha celebrado bajo el lema ” ¡no más ataques a los sanitarios! #Nosmatan”.
En un emotivo acto, también se han guardado 5 minutos de silencio, a la vez que algunos compañeros han sostenido un folio, en el que se podía observar impreso un crespón negro junto al logotipo de los técnicos de emergencias sanitarias.
Miranda ha leído este discurso, “a modo de abrazo cálido”, en un homenaje hacia Manuel Montoya, “un compañero con mayúsculas, íntegro, responsable y luchador cuya vida fue arrebatada el 4 de septiembre”.
Ha recordado al resto de personas involucradas en este suceso y que “ya se encuentran fuera de peligro” como Perujo, Guillermo, Yasmin, Ana y Samuel, este último al que ha agradecido las palabras que le regaló a Montoya “cuando aún estabas recuperándote en la cama del hospital”.
“Aunque no han sido días agradables para nadie, para estas personas y sus familiares han sido días especialmente difíciles, y quería transmitirles el apoyo más sincero de todos los que conformamos La Rioja Cuida”, ha expresado visiblemente emocionado.
El personal concentrado ha solicitado un entendimiento beneficioso para todo el colectivo sanitario, en materia de seguridad.
Así lo ha indicado el secretario del Comité de Empresa de La Rioja Cuida, Iván Miranda, a través de la lectura de un comunicado, con el que tienden la mano al diálogo hacia las autoridades competentes “para solicitar la colaboración en la implantación de sistemas que, en la medida de lo posible, eviten situaciones de este tipo”.
Miranda ha afirmado que todos los técnicos sanitarios son conscientes de que no existe el riesgo cero, pero ha defendido que, siempre que sea posible, “la integridad física de un trabajador no debe verse comprometida en el desempeño de sus funciones”.
En declaraciones a los periodistas, ha especificado que estas medidas se piden “ya no solo para los conductores de ambulancias, sino para todo el sector sanitario”, ya que la desprotección a la que están sometidos “debe ser algo que tomarse muy en cuenta”