Un tren de alta velocidad (AVE) en una imagen de archivo. EFE/Santiago Torralba

El BOE publica la declaración de impacto ambiental para el tramo de alta velocidad Castejón-Logroño

Logroño (EFE).- El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha acordado la declaración de impacto ambiental del estudio informativo del corredor Cantábrico-Mediterráneo de alta velocidad en el tramo Castejón-Logroño, que publica este sábado el Boletín Oficial del Estado (BOE).

La zona de actuación abarca unos 70-71 km de trazado, entre La Rioja y Navarra, y permitirá incrementar la velocidad de los trenes de 140 a 200-220 kilómetros por hora.

Esta solicitud de evaluación de impacto ambiental fue remitida en marzo pasado por la Dirección General de Planificación y Evaluación de la Red Ferroviaria del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

El estudio informativo analiza las posibles soluciones de trazado ferroviario en el tramo Castejón-Logroño, con un diseño adecuado al de una línea de alta velocidad, que forme parte del futuro corredor Cantábrico-Mediterráneo.

Incluido en el PITVI

Esta línea de alta velocidad se enmarca en el vigente Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda (PITVI), que establece los ejes de la planificación estratégica en estas materias para el horizonte temporal 2012-2024.

La zona de estudio se encuadra entre la Comunidad Foral de Navarra y La Rioja, en las comarcas ribereñas del río Ebro, a unos 2 km de distancia por su margen derecha.

Los distintos ejes de trazado recorren parte de los municipios navarros de Castejón y Lodosa, y los municipios riojanos de Alfaro, Aldeanueva de Ebro, Calahorra, Pradejón, Alcanadre, Agoncillo, Arrúbal y Logroño.

El tramo actual de la línea Castejón-Logroño, de 76,1 km de longitud aproximada, forma parte de la línea ferroviaria denominada ’01-700-Bilbao Abando Indalecio PrietoCasetas’ de 327 kilómetros, desde Bilbao hasta prácticamente Zaragoza, pasando por Miranda de Ebro (Burgos) y Logroño.

Se trata de una vía única de ancho ibérico y velocidad máxima de 140 kilómetros por hora, cuyo corredor ferroviario se aprovecharía, según el estudio informativo.

Al aumentar la velocidad hasta los 200-220 kilómetros por hora, se conseguirían “tiempos de explotación más competitivos”, tratando de aprovechar al máximo la línea existente para minimizar las variantes necesarias.