Logroño (EFE).- El belén monumental que de forma tradicional ocupa cada Navidad la Plaza del Ayuntamiento de Logroño se ha inaugurado este jueves como “un punto de encuentro de la familia y de la unión en torno al amor”, en un acto aderezado con música en directo.
Así lo ha afirmado el alcalde de Logroño, Conrado Escobar, momentos antes de cortar la cinta inaugural del belén municipal, acompañado de los Vendimiadores de 2023, Félix Ángel y Lucía Yubero.
Esta inauguración ha contado con la música de un grupo de dulzaineros y las voces del coro de niños del Colegio Purísima Concepción-Adoratrices de Logroño; así como con la asistencia de representantes de todos los grupos políticos municipales: PP, PSOE, Vox, PR+ y Podemos-IU.
Como novedad de esta edición, el próximo día 27, un grupo de niños de la parroquia de Valvanera organizarán un belén viviente durante una hora, en la que sustituirán a las distintas figuras bíblicas acompañados de la Escuela de Dulzaina de Bonifacio Gil.
Recuperan el río y el puente
“Desde hace 20 años, todas las corporaciones, de manera ininterrumpida, han entendido que algo que nos une a todos es el belén. Por eso, hemos prestado este espacio para que los logroñeses puedan disfrutarlo”, ha subrayado Escobar.
Ha destacado que este belén, obra del artista local Ricardo Gómez, “recupera su esplendor al volver a contar con dos de los elementos más demandados por lo vecinos, como son el río y el puente”.
El regidor de Logroño ha asegurado que “María, José y el niño Jesús fueron, en cierto modo, refugiados en búsqueda de un hogar, así salieron y así encontraron su posada, así que este belén nos congrega, seamos creyentes o no”.
Junto a la tradicional estampa del nacimiento del niño Jesús, este Belén cuenta con reproducciones a escala de edificios, monumentos y enclaves naturales riojanos, como la Muralla del Revellín y la Iglesia de Santa María de Palacio de Logroño, el Castillo de Clavijo y la Casona de Briones, entre otros.
18 construcciones y 60 figuras
La superficie de esta representación, que permanecerá abierta hasta el 7 de enero de 2024, es de 2.500 metros cuadrados, por los que se reparten hasta 18 construcciones, entre edificios patrimoniales y tradicionales; y 60 figuras, iluminadas por una pared de bombillas LED en forma de cascada para simular el cielo estrellado.
Además de construcciones como un pozo, una noria, una fragua y varias casas, los visitantes pueden encontrar representaciones de diferentes elementos patrimoniales de La Rioja: como la muralla del Revellín de Logroño, que data del siglo XII y es uno de los símbolos del sitio de la capital riojana durante 1521.
A ella se suman el castillo de Clavijo; la fuente del Peregrino de Logroño, situada junto a la Iglesia de Santiago; el templo de San Bartolomé de la capital riojana, del siglo XIII y que se utiliza como portal de este belén municipal; y las imágenes de el Picuezo y la Picueza de Autol, que representan, según la leyenda, a una pareja convertida en piedra.
La casona de Briones, del siglo XVI y que es la más antigua de La Rioja; un guardaviñas; la iglesia románica de Santa María de Palacio de Logroño, con una torre original de siglo XIII de forma piramidal octogonal; y la emita de San Esteban de Viguera, del siglo X.
