Un estudio revela que la exposición de los preadolescentes a pantallas, principalmente de móviles, no solo se refleja en su rendimiento escolar, sino que influye en su alimentación y su autoestima. EFE/Nacho Gallego

Un estudio relaciona el tiempo con pantallas, alimentación y autoestima de preadolescentes

Logroño, (EFE).- Desde hace tiempo diferentes especialistas relacionan el tiempo de exposición a pantallas de dispositivos electrónicos con los resultados educativos de los jóvenes, pero además un exceso en el consumo tecnológico pude incidir también en hábitos alimenticios, deportivos y hasta en la autoestima de los más pequeños en acceder a la tecnología, los preadolescentes.

Así se refleja en un estudio realizado por profesores de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y de la Universidad de Granada, que ha publicado la revista científica Children.

Uno de los autores del trabajo, el profesor de la Facultad de Educación de UNIR, Federico Salvador-Pérez, ha explicado a EFE que la investigación, en la que han estado implicados tres departamentos de estas dos universidades, buscaba ahondar en una cuestión “que ahora está muy de actualidad” y en la que existen diferentes análisis sobre los efectos que tienen las pantallas en los jóvenes.

En este caso analizaron en 269 escolares de primaria, de 11 y 12 años, parámetros como la actividad física que realizaban, su nivel de adherencia a la dieta mediterránea, su nivel de autoestima y su rendimiento escolar, y todo puesto en el contexto del tiempo que pasan delante de una pantalla, de móvil principalmente, pero también de ordenador o de televisión.

La conclusión “es bastante clara, a más tiempo frente a una pantalla, cuando ya es abuso, va peor en lo demás”, resumen el profesor, que ha trabajado con Gracia Cristina Villodres y Ramón Chacón-Cuberos, de la facultad de Educación de la Universidad de Granada.

Han abordado, incluso, las diferencias que existen entre niños y niñas en torno a esta cuestión e, incluso, en función del centro escolar al que pertenecen.

Así, han observado que las niñas de esas edad tienen mejores calificaciones y se sienten menos “adheridas” a las pantallas, pero las que pasan más tiempo con dispositivos también tienen peor alimentación y realizan menos ejercicio que los niños; además según las respuestas, la participación en actividades deportivas es superior en los centros privados que en los públicos.

Han comprobado que “a pesar de lo que se generaliza, hay niños que tienen una exposición testimonial a los dispositivos” pero “en el otro extremo también existen los que están ya al borde de tener un problema, casi una adicción”.

Otro de los aspectos que han comprobado en el trabajo es cómo a través de los dispositivos “no se difunde un modelo sano de alimentación” para los jóvenes “y estamos en un momento en el que ya nos encontramos a chavales con problemas serios de salud por culpa de malos hábitos alimentarios”, asegura este docente.