Imagen de archivo de EFE de un agente de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) de la Comisaría General de Policía Judicial, que observa imágenes de pornografía infantil incautadas a dos jóvenes en Barcelona y Valencia, acusados de abusos sexuales a menores y distribución de pornografía infantil a través de Internet,. EFE

Sentido común, la mejor receta contra compartir fotos de los hijos en la red


Logroño, (EFE).- La letrada especialista en protección de datos, Laura Davara, ha explicado a EFE que la formación y el sentido común es la “mejor receta” que actualmente existe contra la práctica de padres y madres de compartir en internet algunas fotos o vídeos de sus hijos sin su consentimiento, denominada ‘sharenting’ en inglés”.

Con cada foto de los menores que comparten los progenitores en redes sociales se crea una huella digital con la que sus hijos tendrán que convivir, pese a no haberla generado, alerta esta profesora del Máster de Protección de Datos de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

Se trata de una exposición de su intimidad que, por lo general, los progenitores realizan sin conocer las consecuencias, aunque también hay quienes lo utilizan para generar ingresos.
¿Debería regularse específicamente?; ¿cómo se aplica en estos casos el derecho al olvido?; ¿qué deben saber los padres sobre los riesgos de compartir estos contenidos?.


Son interrogantes de actualidad en esta materia, que cada día, explica Davara, va a más, ya que esta sobreexposición de los hijos o sobreexposición filial es “una realidad en la que muchísimos progenitores caen sin darse cuenta”.

“Nadie quiere más a sus hijos que sus padres y no harían nada -asegura- que les causara un mal”, pero hay usuarios -pederastas-, que “están a la caza” de contenidos susceptibles de foros pornográficos.

A nivel de regulación jurídica, subraya, existen varias leyes que protegen al menor, su intimidad, sus datos personales y, a este respecto, la imagen es un dato personal que merece ser protegido.

El artículo 197.7 del Código Penal, relata, establece penas a este respecto y, además, en el futuro, cuando el menor alcance su mayoría de edad, por la regulación penal existente, puede demandar a sus padres y ejercer también el derecho al olvido. EFE

Edición web: Pilar Mazo