Túnez (EFE).- La prensa local y extranjera no pudo acceder al Parlamento tunecino este lunes durante la sesión de apertura, 20 meses después de su suspensión por parte del presidente, Kais Said, quien se hizo con plenos poderes en julio de 2021 para “preservar la paz social”.
Fuerzas de seguridad comunicaron a medio centenar de periodistas haber recibido instrucciones para impedir el acceso a los medios de comunicación, que se agolparon durante horas frente al edificio a la espera de una confirmación oficial, a excepción de la televisión pública y la agencia estatal.
En declaraciones a EFE la vicepresidenta del Sindicato Nacional de Periodistas Tunecinos (SNJT), Amira Mohamed, denunció la censura contra la prensa y la política discriminatoria “que atenta contra la imagen del país”.
“Lo que ocurre hoy es una vergüenza para este Parlamento. Los periodistas no aceptan esta situación e insisten en llevar a cabo su trabajo”, señaló Mohamed, que señaló al mandatario como el responsable directo de esta decisión.
Un total de 154 diputados prestan hoy juramento- de los cuales sólo 25 son mujeres- mientras siete escaños siguen vacantes a la espera de repetir la consulta debido a la falta de candidaturas en el extranjero. Para la ceremonia de apertura, el miembro más longevo presidirá la sesión junto al más joven hasta la elección de los cargos de presidente y vicepresidentes.
Bajo la nueva constitución, votada en julio en referendo pese al 70 % de abstención del electorado, el Parlamento compartirá el poder legislativo con el Consejo Nacional de Regiones y Distritos, cuyas competencias y sistema de voto fueron revelados la pasada semana aunque todavía sin fecha de creación.
Este nuevo texto limita las prerrogativas de la Asamblea de Representantes del Pueblo (ARP), que ya no podrá nombrar al Ejecutivo ni presentar una moción de censura contra éste o el jefe del Estado.
Las elecciones legislativas, en la que participó apenas el 11 % del electorado, fueron boicoteadas por la mayoría de partidos políticos, que fueron excluidos por una nueva ley electoral decretada unilateralmente por el mandatario.
Said disolvió la pasada semana los consejos municipales- y de facto las elecciones de mayo- para sustituirlos por delegaciones especiales nombradas por él. Mientras, la oposición trata de organizarse para las presidenciales previstas en 2024 pese a que una veintena de sus líderes se encuentra en la prisión por “complot contra la seguridad del Estado”.
