Policías tailandeses rodean este miércoles la casa de un antiguo oficial armado, atrincherado en las afueras de Bangkok. EFE/EPA/Rungroj Yongrit

La Policía tailandesa detiene a un exoficial armado atrincherado más de 24 horas

Bangkok (EFE).- La Policía detuvo este miércoles a un antiguo oficial armado, que supuestamente sufre problemas mentales, tras permanecer más de 24 horas atrincherado en una casa en las afueras de Bangkok y de disparar varias veces contra los agentes que cercaban la vivienda.

Un comando especial de la Policía irrumpió alrededor del mediodía en la residencia del individuo, que sufrió heridas durante la detención y fue trasladado a un hospital, según un portal de noticias, aunque las informaciones oficiales, no han confirmado estas lesiones.

Policías tailandeses rodean este miércoles la casa de un antiguo oficial armado, atrincherado en las afueras de Bangkok.
Policías tailandeses en el exterior de la vivienda en la que se atrincheró el tirador. EFE/EPA/Rungroj Yongrit

Reclaman una reforma urgente de la ley de posesión de armas

El incidente comenzó la mañana del martes en el distrito de Sai Mai, en el noroeste de la capital tailandesa, cuando el expolicía, de 51 años, comenzó a disparar al aire y contra viviendas al azar.

A la llegada de los primeros oficiales, que buscaban calmar a su excompañero y trasladarlo a un hospital de salud mental, el atrincherado también arremetió contra ellos, según publica el portal Khaosod.

Las autoridades pidieron refuerzos y desplegaron un fuerte operativo, que incluyó a unidades especiales para acordonar la calle donde se encontraba el hombre atrincherado, además de evacuar a sus vecinos.

Al mediodía de hoy, la Policía lanzó varias bombas aturdidoras contra la residencia del pistolero y logró finalmente entrar en la casa y detenerlo.

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En los últimos años se han registrado varios incidentes armados perpetrados por policías y militares en Tailandia.

El más grave tuvo lugar el pasado mes de octubre, cuando un expolicía expulsado por asuntos de drogas mató a 36 personas, entre ellas 24 niños, en una pequeña pedanía del noreste del país, antes de suicidarse.

Estos incidentes han llevado a varios políticos a reclamar una reforma urgente de las leyes que permiten la posesión de armas de fuego en Tailandia.