Bruselas (EFE).-El trabajador humanitario Olivier Vandecasteele, detenido en Irán desde febrero de 2022, ha sido liberado y está de camino a Bélgica, según ha informado este viernes el primer ministro belga, Alexander De Croo.
“Olivier Vandecasteele está de camino a Bélgica. Si todo va según lo previsto, estará con nosotros esta noche. Libre al fin”, afirmó De Croo en un vídeo difundido por su gabinete y recogido por los medios locales.
Según el primer ministro belga, Vandecasteele voló anoche a Omán, donde fue atendido por un equipo de militares y diplomáticos belgas.
“Esta mañana se ha sometido a varios exámenes médicos para evaluar su estado de salud y garantizar que pueda volver a casa en las mejores condiciones posibles”, agregó De Croo, quien informó de la situación a la familia del cooperante.
Las autoridades de Omán también ratificaron en un comunicado la acogida en el país del ciudadano belga y confirmaron su intervención para que Bélgica e Irán alcanzasen un acuerdo de intercambio de prisioneros entre ambos países.
Sin entrar en detalles, De Croo se limitó a decir que, “para mí, siempre ha prevalecido una cosa: no abandonaremos a un compatriota inocente. Esa es la responsabilidad que acepto. Y la acepto. No abandonamos a nadie en nuestro país. Desde luego, no a un inocente”, concluyó.
La “diplomacia de los rehenes”
Hace justo un mes, Irán afirmó que llevaría a cabo “pronto” un intercambio de prisioneros con Bélgica, lo que podría suponer la liberación del exdiplomático iraní Assadollah Assadi y del trabajador humanitario belga.
Irán y Bélgica firmaron un tratado de intercambio de condenados, pero en diciembre el Tribunal Constitucional belga dejó su aplicación en suspenso hasta pronunciarse sobre el recurso que organizaciones de opositores iraníes presentaron contra el acuerdo.
El alto tribunal belga rechazó el recurso de anulación y confirmó la constitucionalidad del acuerdo a principios de marzo y la semana pasada Bélgica solicitó formalmente a Irán la entrega de Vandecasteele.
Irán detuvo a Vandecasteele, un trabajador humanitario de 41 años, en febrero de 2022 y en enero confirmó la condena a 40 años de cárcel y 74 latigazos por espionaje, cooperación con Estados Unidos y contrabando de divisas, entre otros delitos.
Desde entonces, las autoridades belgas habían reclamado insistentemente su liberación.
A su vez, Teherán ha reclamado a Bruselas la entrega del diplomático iraní Assadollah Assadi, que cumple en Bélgica una condena a 21 años de prisión por terrorismo, acusado de intentar atentar en una reunión de opositores al régimen iraní en 2018 en París.
Irán ha sido acusado de usar a presos con doble nacionalidad y de otros países como medida de presión o para el intercambio de prisioneros con otros Estados, una práctica calificada de “diplomacia de los rehenes” por otros países y organizaciones de derechos humanos.
