Personas se reúnen afuera de sus residencias tras otro terremoto en Herat (Afganistán). EFE/EPA/Samullah Popal

Se elevan a 153 los heridos en un nuevo terremoto de 6,3 en el oeste de Afganistán

Herat (Afganistán) (EFE).- Ya son 153 los heridos a causa de un terremoto de magnitud 6,3 registrado este miércoles en el oeste de Afganistán, golpeado desde el pasado sábado por una serie de seísmos que han dejado más de 2.400 muertos según el último balance de los talibanes.

El terremoto de hoy tuvo lugar en el noroeste de la provincia de Herat, en el distrito de Kushk y estuvo seguido por tres réplicas de 5,0; 4,1 y 4,5, de acuerdo a los registros del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, en inglés).

Los habitantes de la ciudad abandonaron de inmediato las viviendas en las zonas residenciales para quedarse en las calles por temor a otra catástrofe como la del sábado.

Personas se reúnen en el exterior de sus viviendas tras otro terremoto en Herat (Afganistán). EFE/EPA/Samullah Popal

Miles de damnificados

Se estima que más de 12.000 personas se han visto afectadas por los distintos temblores registrados en cinco distritos de la provincia de Herat, según los datos de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

Por su parte, el Gobierno de los talibanes calcula que unas 4.500 han muerto o están heridas por los seísmos aunque sostienen que de momento es muy difícil precisar una cifra ya que los grupos de rescate continúan recuperando cuerpos de entre los escombros.

El portavoz del Ministerio de Salud Pública, Sharafat Zaman Amar, ha asegurado a EFE que ya han sido identificados más de 1.000 muertos, pero ha reconocido que “debido a lo remoto de la zona y a los diferentes informes, los datos exactos no están claros”.

La situación de los supervivientes de la serie de terremotos que desde el pasado sábado han azotado el oeste de Afganistán, se ha visto agravada por la falta de agua y alimentos, con muchos residentes durmiendo en las calles por temor a nuevas réplicas.

“No hemos podido dormir en casa debido al temor a los terremotos, pero vivir en zonas públicas sin servicios es muy difícil. No sé qué comió, pero desde hace dos días mi hija tiene diarrea” explicó a EFE Bibi Suhila, acampada en un parque de la ciudad de Herat.

A la dificultad para encontrar agua y alimentos se une la falta de utensilios de cocina. Según Latifa Amiri, otra vecina de Herat que ha buscado la protección de los espacios abiertos, los afectados sacian el hambre con lo que pueden encontrar en los comercios.

La devastación del pasado fin de semana dejó unas 20 aldeas destruidas. Se trata del tercer seísmo más mortífero que golpea el país asiático desde 1998 y el peor desde la toma de los talibanes a mediados de agosto 2021