El representante especial del secretario general de la ONU en el país, Carlos Ruiz Massieu, habla con EFE durante una entrevista en Bogotá (Colombia). EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda

Ruiz Massieu: Colombia está mejor que antes del acuerdo de paz aunque la inseguridad preocupa

Por Jaime Ortega Carrascal |

Bogotá (EFE).- El acuerdo de paz de Colombia, que ya transita hacia su octavo año, tiene logros que lo hacen ejemplar para el resto del mundo aunque todavía falta mucho por hacer sobre todo en materia de seguridad, asegura el representante especial del secretario general de la ONU en el país, Carlos Ruiz Massieu.

“No hay acuerdos perfectos, pero definitivamente el país se encuentra hoy mejor que cuando estaba sumido en el conflicto entre el Gobierno y las FARC”, manifestó el diplomático en una entrevista con EFE en Bogotá, a propósito de la visita que hará la próxima semana a Colombia el Consejo de Seguridad de la ONU.

Ruiz Massieu señala: “Realmente Colombia sigue siendo un ejemplo para el mundo” inmerso en guerras y “eso no significa que no se tengan retos, que no se tengan preocupaciones y que inclusive sea muy respetable (la opinión de) aquellos que piensan que los acuerdos (firmados en 2016) pudieron haber sido mejores, o que pueden implementarse mejor, lo cual es natural también”.

El representante especial del secretario general de la ONU en el país, Carlos Ruiz Massieu, habla con EFE durante una entrevista en Bogotá (Colombia). EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda
“No hay acuerdos perfectos, pero definitivamente el país se encuentra hoy mejor que cuando estaba sumido en el conflicto entre el Gobierno y las FARC”, afirma Ruiz Massieu. EFE/Mauricio Dueñas

“Un país que sigue implementando el acuerdo de paz después de ocho años no es un tema menor”, subraya, y a renglón seguido explica que “los acuerdos de paz, desafortunadamente en el mundo, no todos son duraderos y menos de la mitad pasan del quinto año”.

Sin embargo, reconoce como una preocupación “permanente” la falta de seguridad en las regiones.

“Hay regiones en las cuales la situación ha mejorado, pero hay otras en las que ha empeorado o se mantiene igual y desde la implementación del acuerdo tenemos más de 400 firmantes de la paz asesinados, también centenares de líderes sociales, defensores y defensoras de derechos humanos asesinados”, afirma.

Incluso “comunidades que vieron en un inicio los dividendos, los beneficios del acuerdo de paz con la reducción de la violencia en territorios afectados históricamente por el conflicto, volvieron a vivir situaciones de inseguridad por la presencia de otros grupos (…) y la poca o limitada presencia estatal que es uno de los grandes elementos estructurales que todavía hay que implementar”, añade.

Avances notorios

Pero también hay avances “claros”, como “la reincorporación de los excombatientes a la vida civil”, el funcionamiento de “las instituciones de la justicia transicional”, como “la Comisión de la Verdad, que culminó con un informe, y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que esperamos que tenga sentencias y sanciones próximamente para ir cerrando un episodio tan fuerte y tan duro y tan centrado en las víctimas”, indica.

“Todo ese sistema ha venido teniendo resultados, ha habido encuentros muy emotivos entre víctimas y perpetradores de crímenes de guerra, ha habido una aceptación histórica por parte de las ex-FARC de haber cometido crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad, lo cual es inédito también en procesos de paz y en procesos en los cuales se desmoviliza una guerrilla histórica”, agrega.

También está el “capítulo étnico”, que según explica, es “uno de los apartados del acuerdo de paz de 2016 que ha quedado más rezagado” pero que el actual Gobierno, y en particular la vicepresidenta Francia Márquez, se ha fijado como prioridad “para recuperar el tiempo perdido en la falta de implementación”.

El representante especial del secretario general de la ONU en el país, Carlos Ruiz Massieu, habla con EFE durante una entrevista en Bogotá (Colombia). EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda
“Estamos muy confiados (…) en que el 2024 será el año de la implementación, tanto de manera integral del acuerdo de paz, y en lo particular, de apartados rezagados como el caso del capítulo étnico”, afirma Ruiz Massieu. EFE/Mauricio Dueñas

Según explicó Ruiz Massieu, “ya se han definido nueve áreas prioritarias dentro del capítulo étnico, se firmó un pacto con el cual se busca la implementación de hasta el 60 % para 2026 (…) y hay países que se han inscrito como acompañantes y para apoyar tanto técnicamente como con recursos, como es el caso de Estados Unidos, en primer término, y México en segundo lugar”.

“Estamos muy confiados (…) en que el 2024 será el año de la implementación, tanto de manera integral del acuerdo de paz, y en lo particular, de apartados rezagados como el caso del capítulo étnico”, agregó.

Apoyo del Consejo de Seguridad

Esos avances y la voluntad de paz serán apoyados por los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU en la visita que harán del 7 al 10 de febrero, la tercera desde que comenzó el proceso de paz con las FARC, pues esa instancia “siempre ha sido un apoyo muy importante para Colombia”.

“Esta visita se enmarca tanto en venir al país a mandar un mensaje del apoyo permanente que la comunidad internacional y el propio Consejo le dan al proceso y en hacer una evaluación de cómo se ven los avances en la implementación del acuerdo de 2016, sus retos, sus dificultades y sus rezagos, pero también cómo avanzan los demás diálogos que tienen lugar dentro de la política de paz total del Gobierno”, dijo.

Ruiz Massieu se refirió a las negociaciones con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y con el Estado Mayor Central (EMC), la principal disidencia de las antiguas FARC, “que el Consejo también ha reconocido y en algunos casos nos ha dado un mandato específico para trabajar en ello”.

“Creemos que las medidas que se toman para la implementación (del acuerdo de paz) más los resultados de estos diálogos, acompañados de presencia estatal, pueden dar resultados positivos y que las comunidades vivan de manera más duradera esa seguridad y esa reducción de violencia que tanto aspiran, que tanto anhelan y la verdad, que tanto necesitan”, concluye.