Islamabad (EFE).- Compañías chinas han detenido la construcción de dos importantes proyectos hidroeléctricos en Pakistán y un grupo de investigadores llegados del país asiático se unieron a las pesquisas sobre el ataque suicida del pasado martes, en el que murieron cinco ciudadanos chinos y un paquistaní, afirmaron este viernes fuentes oficiales.
“Las compañías chinas han suspendido su trabajo en los proyectos de Dasu y Diamer-Bhasha desde el pasado miércoles hasta nueva orden, por motivos de seguridad”, afirmó a EFE una fuente del Ministerio del Interior paquistaní, que pidió el anonimato.
En un comunicado, el ministerio informó además de la llegada de un grupo de investigadores chinos a Pakistán para unirse a las pesquisas sobre el atentado suicida.
“Unos 700 ingenieros chinos están empleados en el proyecto de Dasu y otros 500 en la presa de Diamer-Bhasha” afirmó el oficial.
Ambas presas en construcción, la primera de 4.320 megavatios (MW) y la segunda de 4.800, se encuentran en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, en el noreste de Pakistán.
Un atacante suicida detonó su carga explosiva
Un atacante suicida detonó su carga explosiva contra un convoy de ingenieros chinos en el distrito de Shangla, en la misma provincia, matando a seis personas en total.
Los ingenieros se dirigían a la presa de Dasu, un proyecto en manos de la compañía de ingeniería civil China Gezhouba Group (CGGC). Esta misma empresa ya se vio obligada a suspender sus operaciones en julio de 2021 cuando otro atacante suicida mató a 13 personas, incluyendo nueve ingenieros chinos.
Tras el atentado del pasado martes, China llamó a las autoridades paquistaníes a castigar a los culpables del atentado.
Durante la reunión, ambas partes trataron otros aspectos como las medidas adoptadas para proteger a los ciudadanos chinos en Pakistán y la situación general de seguridad.
China cuenta con una gran presencia en territorio paquistaní debido al proyecto Corredor Económico China-Pakistán (CPEC), un multimillonario proyecto de infraestructuras financiado por Pekín con una inversión de 60.000 millones de dólares.
Los ataques insurgentes contra sus ciudadanos han aumentado en los últimos años, coincidiendo con un alza de la violencia en Pakistán que el Islamabad vincula con la llegada al poder de los talibanes en Afganistán en agosto de 2021.
Un convoy que transportaba una veintena de ingenieros chinos en Baluchistán fue atacado el pasado agosto por insurgentes, aunque el incidente se saldó con la muerte de dos de los atacantes.
En abril de 2022, un atentado suicida en una universidad paquistaní provocó la muerte de cuatro personas, entre ellas tres profesores chinos.
