Moscú (EFE).- El europeísta Partido Acción y Solidaridad (PAS), de la presidenta moldava, Maia Sandu, ganó las parlamentarias celebradas el domingo con el 50,16 % de los votos, según los resultados ofrecidos este lunes por la Comisión Electoral Central (CEC) tras el escrutinio del 99,91 % de los votos emitidos.
En segundo lugar se situó el prorruso Bloque Electoral Patriótico (BEP), con el 24,19 % de los sufragios.
Otras tres formaciones, el bloque Alternativa (7,97 %), el Partido Nuestro (6,2 %) y Democracia en Casa (5,72 %) accederán al reparto proporcional de los 101 escaños que conforman del Parlamento moldavo.
El voto exterior fue decisivo para la mayoría absoluta del PAS, ya que obtuvo el 78,51 % de 276.391 votos emitidos fuera del país.

El partido prorruso no reconoce los resultados
El partido de Sandu se impuso también con mayoría absoluta en el municipio de Chisinau, donde obtuvo el 52,68 %, o 194.999 votos.
Con estos resultados, el PAS conseguiría 55 escaños, ochos menos que en las pasadas parlamentarias, pero más que suficientes para gobernar en solitario
El bloque prorruso se haría con 26 escaños, Alternativa con 8, el Partido Nuestro y Democracia en Casa con 6.
El líder del Bloque Electoral Patriótico (BEP), Igor Dodon, ya ha anunciado que no reconocerá los resultados de las elecciones hasta que se estudien todas las irregularidades.
«Hay irregularidades que revisamos a medida que llegan las denuncias, y las presentaremos (a las autoridades) del modo correspondiente. Mientras todas las denuncias no sean estudiadas, no reconoceremos los resultados de las elecciones», aseveró Dodon en una manifestación convocada frente al Parlamento.

Según el político opositor, «es evidente que el partido gobernante perdió las elecciones».
Las actuales elecciones se celebraron en un momento crucial para Moldavia, cuando el país se encuentra a la puerta de negociaciones formales de ingreso en la Unión Europea.
Según expertos moldavos y ucranianos, la continuidad de PAS en el poder garantiza la neutralidad del país, que tiene frontera con Ucrania y teme posibles intentos de Moscú de utilizar la región separatista moldava de Trasnistria para desestabilizar la situación.
Alta participación
Los comicios estuvieron marcados por alta participación ciudadana, tanto dentro como fuera de Moldavia.
Según la CEC, dentro del país votaron más de 1,6 millones de electores y en el extranjero, más de 270.000.
Precisamente el voto de la diáspora proeuropea del país fue clave en 2024 para sacar adelante el referéndum sobre el ingreso en la Unión Europea, objetivo que Chisinau quiere cumplir para 2030.

No obstante, Moscú criticó la apertura de solo dos colegios electorales en territorio ruso, donde viven centenares de miles de moldavos.
Según las autoridades rusas, en esos puntos de votación – ubicados en la embajada y el consulado de Moldavia – pudieron depositar sus papeletas un máximo 10.000 personas.
Acusaciones mutuas
El Gobierno y la oposición se acusaron antes y durante las elecciones de intentos de manipulación del voto, mientras toda la campaña electoral se celebró bajo la sombra de una posible injerencia rusa.
La presidenta Maia Sandu, que en repetidas ocasiones ha acusado a Moscú de interferir en las elecciones moldavas, denunció el domingo casos de fraude con las papeletas, registrados en varios colegios.
Mientras, el líder de PAS, Ígor Grosu, aseguró que Rusia emprendió esfuerzos «colosales» para socavar los comicios legislativos con la compra de votos e intentos de desestabilización durante la jornada de votación.
Las autoridades moldavas informaron además de miles de ataques cibernéticos contra su infraestructura electoral y las webs oficiales.

Además, durante la jornada de votación se registraron avisos de bomba en los colegios electorales moldavos ubicados en el extranjero, algo de lo que Chisinau culpa también a Moscú.
Mientras, la oposición acusó al Gobierno de planes de anular el resultado de las elecciones si este no le convenía.
El fundador de Telegram, Pável Dúrov, informó, por su parte, de presiones para censurar canales críticos con el Gobierno moldavo.
¿Y ahora qué?
La experiencia de anteriores comicios, cuando el No y el Sí cambiaron de lugar de la noche a la mañana, demostraba que todas las opciones estaban sobre la mesa al comenzar el conteo de votos en la noche del domingo.
De hecho, los primeros resultados daban una ventaja a la oposición prorrusa lo que se explica por el protocolo de recuento de votos en la comisión electoral, que primero contabiliza los sufragios de pueblos pequeños, donde Rusia tradicionalmente tiene muchos simpatizantes.
Sin embargo, conforme avanzaba la noche, el resultado de PAS era cada vez más convincente.
Con la victoria del PAS, Moldavia confirma la continuidad del rumbo europeo y logra esquivar unas turbulencias internas que auguraban los expertos en caso de la derrota del oficialismo.


