Liverpool (Reino Unido) / Londres (EuroEFE).- El primer ministro británico, Keir Starmer, aseguró este martes que el Reino Unido «afronta una encrucijada entre decencia o división, renovación o declive», en su discurso ante el congreso anual del Partido Laborista en Liverpool (noroeste de Inglaterra).
«Estamos frente a una prueba, una lucha por el alma de nuestro país, tan grande como reconstruirlo después de la guerra», afirmó, y advirtió a sus colegas que «el camino de la renovación será largo y difícil».
Starmer pidió a los ciudadanos que no se dejen llevar por el declive que, en su opinión, representa la formación populista de derechas Reform UK de Nigel Farage, al que acusó de no decir «nunca nada positivo del Reino Unido» y recurrir a «la crítica y la queja».
Today I’m setting out the patriotic case for national renewal. Watch my Conference speech here. https://t.co/xJyOrzCoUK
— Keir Starmer (@Keir_Starmer) September 30, 2025
Ataques contra su rival
«¿Cuándo fue la última vez que oyeron a Nigel Farage decir algo positivo sobre el futuro del Reino Unido? No le gusta el Reino Unido, no cree en él», manifestó Starmer, en una de sus acusaciones más directas a su rival político.
El líder laborista mantuvo que Farage, cuyo partido es anti-Europa y antiinmigración, «recurre al agravio», para convertir a «este país orgulloso y autosuficiente en una competición de víctimas».
Starmer insistió en que el Partido Laborista es el que de verdad representa a la clase trabajadora pero avisó de que algunas de las decisiones que tendrá que tomar para enderezar la economía «serán duras».
«Al final de ese camino duro, habrá un nuevo país, un país más justo, una tierra de dignidad y respeto», afirmó el primer ministro británico, cuya popularidad en los sondeos está en mínimos, con un apoyo de solo un 13 %.
Determinación para salir adelante
En una aparente alusión a las dudas sobre su liderazgo, Starmer expresó determinación para salir adelante.
«No importa cuántas personas me digan que no se puede hacer; creo que el Reino Unido puede unirse. Podemos perseguir un destino compartido. Podemos unirnos en torno al bien común. Esa es mi ambición, el propósito de este gobierno», declaró.
Luchar contra el declive
Starmer, que llegó al poder en julio de 2024, reconoció que «la gente está perdiendo la fe» y «no se les puede culpar por estar desmoralizados».
«Sobrevivieron a la austeridad, el Brexit, la COVID-19, cumplieron las normas, cumplieron con su parte del trato, pero una y otra vez, la política eludió el reto», afirmó.
Sus calles mayores, los ‘pubs’, sus centros cívicos, «luchan contra la marea del declive», una tendencia que su Gobierno quiere revertir.
Impulsar la economía
Para conseguirlo, «todo se reduce al crecimiento», dijo, para recordar que «impulsar la economía y el nivel de vida es la misión fundamental de este Gobierno».
En otro punto del discurso, Starmer se preguntó si Farage «realmente ama al Reino Unido» y quiere representarlo en toda «su diversidad» e instó a sus correligionarios a luchar para combatir a la formación y su discurso.
Farage responde a Starmer
Posteriormente, el líder de Reform UK respondió los «ataques personales» del primer ministro británico, del que dijo que no es «apto» para liderar el país.
En un comunicado desde la sede de Reform UK en Londres a través de sus redes sociales, Farage replicó al discurso de Starmer, donde aseguró que Reform UK, su discurso y sus propuestas anti-inmigración y antieuropeas representan un «declive» para el Reino Unido.
LIVE: Nigel Farage responds to personal attacks by Starmer and his cabinet. https://t.co/lstawgKPa6
— Nigel Farage MP (@Nigel_Farage) September 30, 2025
«Dice Starmer que no me gusta o no amo este país. Bueno, dejadme que diga que durante 30 años luché por la soberanía británica, luché para que fuéramos una nación autogobernada porque siempre he pensado que las mejores personas para gobernar el Reino Unido son los británicos», comentó el jefe de Reform UK.
En este sentido, recordó su papel en la campaña del Brexit en 2016, «el mandato democrático más grande que se ha hecho en el país» y manifestó que Starmer ha pasado años intentando revertir el resultado porque es «feliz» cuando al Reino Unido lo gobiernan desde fuera, ya sea desde Bruselas, desde Naciones Unidas, o desde cortes internacionales.
Farage criticó que Starmer y su gabinete tildasen de «racistas» sus propuestas migratorias, que incluyen la eliminación de la residencia permanente en Reino Unido para extranjeros, entre otras, y advirtió de que el lenguaje podría incitar a la violencia por parte de la «izquierda radical» tras casos como el de Charlie Kirk en Estados Unidos.
Farage finalizó su intervención asegurando que el próximo mayo, en los próximos comicios locales en gran parte del país, Reform UK enseñará a Starmer «una lección de historia política que jamás olvidará».


