Vista de la aldea de Kijong, el cercano polígono intercoreano de Kaesong, y los montes tras los cuales se cobijan piezas de artillería norcoreana capaz de alcanzar partes de Seúl, según los expertos. EFE/Andrés Sánchez Braun

Corea del Sur hará maniobras tras intercambiar fuego de advertencia con Pionyang

Seúl (EFE).- Las dos Coreas intercambiaron hoy disparos de advertencia en su frontera marítima occidental acusándose mutuamente de vulnerarla, según informaron los ejércitos de ambos países, en una nueva muestra de la creciente tensión en la península.

Seúl dijo detectar en la madrugada de hoy lunes un mercante norcoreano que cruzó la llamada Línea Límite Norte (LLN), que sirve para dividir las aguas territoriales de los dos vecinos en el mar Amarillo, y que una de sus patrulleras respondió “mediante mensajes y fuego de advertencia”.

Unos 90 minutos después, el Norte disparó desde tierra firme “diez proyectiles de lanzacohetes múltiple” al mar al considerar que la patrullera invadió aguas norcoreanas.

Un barco militar surcoreano patrulla por la costa más septentrional, en el Mar Amarillo, cerca de la isla de Yeonpyeong. EFE/Jeon Heon-Kyun

El Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano dijo que los proyectiles norteños cayeron en áreas marítimas junto a la LLN que ambos países delimitaron en un acuerdo militar firmado en 2018 en el que se comprometían a evitar maniobras y ejercicios con fuego real en dichas zonas.

Por ello, Seúl insistió hoy en que los lanzamientos de hoy, al igual que la rondas de artillería que Pionyang ha disparado la semana pasada, suponen una violación de dicho acuerdo y pidió a las tropas norteñas que “cesen de inmediato las repetidas provocaciones y argumentos hostiles, ya que son actos que dañan la paz y la estabilidad”.

Trazada por el Comando de la ONU, liderado por EE.UU., al término de la Guerra de Corea en 1953, la LLN no es reconocida por Pionyang y ha sido escenario de combates que han dejado al menos 40 muertos en ambos bandos en 1999, 2002 y 2010.

Maniobras “a gran escala”

Foto facilitada por la Agencia Oficial Norcorena de noticias (KCNA), que muestra un lanzamiento de misiles por parte de Corea del Norte. EFE/KCNA

Horas después del rifirrafe en el mar Amarillo la Marina surcoreana dijo que desde hoy hasta el 27 de octubre realizará unas maniobras “a gran escala” precisamente en esta zona.

Aunque el simulacro es en realidad parte de los ejercicios anuales Hoguk, anunciados ya la semana pasada, resulta evidente que el volumen de activos que se desplegarán en torno a la frontera marítima occidental busca mostrar una imagen de fuerza ante Pionyang, que la semana pasada disparó rondas de artillería en esta zona.

Se trata de “un ejercicio marítimo a gran escala que funciona como preparación para provocaciones del enemigo” en el que participan también el Ejército de Tierra, las Fuerzas Aéreas y la Guardia Costera surcoreana, además de efectivos estadounidenses, según detalló el JCS.

En las maniobras participarán unos 20 navíos de la marina surcoreana, incluyendo fragatas o destructores equipados con el sistema de misiles Aegis, embarcaciones de los guardacostas o cazas F-15 y F-16 de las Fuerzas Aéreas y, por parte estadounidense, helicópteros Apache o aviones de ataque A-10.

“El ejercicio principal busca una rápida detección de fuerzas enemigas ya sea por vía aérea o marítima en torno a las islas de noroeste de la costa occidental y ejecutar una respuesta rápida por parte de unidades de combate especiales”, añadió el JCS.

Una nave surcoreana permanece en la isla occidental surcoreana de Yeonpyeong donde efectúa maniobras conjuntas con EEUU. EFE/YONHAP

Cotas similares a 2017

La tensión en la región está alcanzando cotas similares a las de 2017 a raíz del reciente incremento en la frecuencia de los lanzamientos de proyectiles por parte de Corea del Norte -que recientemente llegó a hacer nueve ensayos de misiles en 20 días, incluyendo el lanzamiento de uno que sobrevoló Japón- y las maniobras con las que Seúl y Washington están replicando como parte de la llamada disuasión ampliada.

La disuasión ampliada o extendida es un compromiso adquirido el pasado mayo por Washington con Seúl que consiste en el envío de activos estratégicos estadounidenses a la península coreana de “manera coordinada y cuando sea necesario” en función de las acciones del régimen norteño.

A todo esto hay que sumar la posibilidad de que Pionyang decida llevar a cabo una prueba nuclear, que sería la primera desde 2017.

Corea del Norte, que lleva completamente aislada del exterior desde el inicio de la pandemia y aprobó un plan de modernización de armas en 2021, ha rechazado retomar el diálogo con el Sur o EE.UU. y, según muestran los satélites, lleva meses preparada para hacer un nuevo test atómico en Punggye-ri (noreste del país).

Un helicóptero de transporte de carga pesada aterriza en la base militar estadounidense de Camp Humphreys, en Pyeongtaek, Corea del Sur. EFE/ Yonhap

Edición web: Gloria Arcos/Nuria Santesteban