Un joven practica durante el taller del club Backflip Navarra en Pamplona. EFE/Villar López

Pamplona, capital nacional del parkour o del “arte del desplazamiento”

Pamplona (EFE).- Pamplona acoge la próxima semana el campeonato de España de parkour y desde este sábado ya calienta motores con una exhibición de lo que se considera “el arte del desplazamiento”.

Decenas de niños y niñas han participado en un taller organizado por el club Backflip Navarra este sábado en la plaza de la Libertad en Pamplona, donde han podido aprender y observar lo básico de este deporte.

La sesión ha comenzado con una exhibición en la que miembros del club han ofrecido distintos trucos con los que saltar obstáculos mientras decenas de personas los miraban. Desde Hugo, el niño más pequeño, hasta Andrey Aranguren, su entrenador, han demostrado cómo hacer movimientos al alcance de pocos.

Andrey Aranguren, durante la exhibición de parkour. EFE/Villar López

El presidente del club Backflip Navarra, Javier Gómez, ha explicado en declaraciones a EFE, que enmarcado en el campeonato de la semana que viene “se trata de que lo más pequeños se animen a probar el parkour” y ha valorado el campeonato como “una oportunidad” para que la gente se acerque a este deporte.

“Es el arte del desplazamiento. Se trata de desplazarse lo más rápido posible de un lado a otro y entre medias sí que es verdad que hacen acrobacias y movimientos espectaculares que hacen que se fomente la creatividad y la forma física”, ha indicado Gómez.

La importancia de la seguridad

La seguridad es importante en este deporte, pero “como en todos”. “Si se hace de forma correcta, el riesgo se reduce. Es un deporte arriesgado como lo son otros. La idea de esto es ofrecer la posibilidad de hacerlo bien, que se sepa que hay clubes y entrenadores que les pueden ayudar”, ha dicho.

Andrey Aranguren empezó hace seis años a entrenar y ahora es entrenador de quienes empiezan. Lo que enseñan es “lo básico, cómo saltar de un muro a otro sin lesionarte, que es lo más sencillo, luego hacer un par o tres de movimientos para pasar los muros y desde ahí se saca lo demás”.

“El primer año es el mejor, no sabes nada y progresas muy rápido, crees que sabes un montón. Luego te estancas porque todo es mejorar la forma física y a partir de ahí pulirlo para que sea más bonito. Cuanto más pequeños más rápido entienden todo”, ha añadido.