Alumnos de Primaria de un colegio navarro. EFE/Jesús Diges

Un 48,4 % del alumnado navarro dice haber sufrido acoso escolar presencial este año

Pamplona (EFE).- Un 48,4 % del alumnado navarro ha sufrido en el último año una o más conductas de bullying presencial o ‘cara a cara’, ya sea físico, verbal, social o psicológico, y un 63,7 % dice haber observado una o más conductas de este tipo, mientras que un 35,2 % refiere hacer sufrido una o más conductas de cyberbullying.

Son datos que recoge el mayor estudio realizado hasta ahora en Navarra sobre acoso escolar presencial y tecnológico (bullying y ciberbullying), con una muestra voluntaria y anónima de 15.544 estudiantes de Primaria, ESO, Bachillerato y Formación Profesional Básica y de Grado Medio, realizado por la catedrática de Evaluación y Diagnóstico Psicológico de la Universidad del País Vasco (UPV) Maite Garaigordobil.

Entre las conclusiones más relevantes está la constatación de que en el último año un 48,4% del alumnado navarro ha sufrido una o más conductas de bullying presencial o cara a cara, ya sea físico, verbal, social o psicológico y un 35,2 % refiere hacer sufrido una o más conductas de cyberbullying en el último año.

La mayoría de estudiantes ha observado acoso escolar

El 63,7 % de los estudiantes participantes en la muestra declara haber observado una o más conductas de bullying presencial o cara a cara, ya sea físico, verbal, social o psicológico y un 29,8 % de esos estudiantes observadores dice haber apoyado a la víctima ante tales hechos.

Al mismo tiempo, un 31,6% de los estudiantes encuestados reconoce haber realizado en el último año una o más conductas de bullying presencial y un 12 % afirma haber realizado una o más conductas de cyberbullying en el mismo periodo.

El 23,4 % de los estudiantes participantes en el estudio ha necesitado asistencia psicológica motivada por cuadros de ansiedad, depresión, alteraciones alimenticias, problemas familiares, de rendimiento académico, de uso y abuso de tecnologías, alcohol o drogas y acoso escolar.

Las conductas más prevalentes de ciberbullying que han sufrido las víctimas han sido la recepción de mensajes ofensivos e insultantes a través del móvil o Internet, llamadas anónimas para asustar y provocar miedo, ser objeto de difamación o rumores a través de la red para desprestigiarles, chantajes o amenazas por medio del móvil o Internet, suplantación de identidad.

Consecuencias psicológicas y psicopatológicas

El acoso sexual, difusión de fotos o videos comprometidos, aislamiento de sus contactos en redes sociales, trucar sus fotos o videos y difundirlos para humillarles o reírse de ellas, entre otras, están también detrás de estas conductas de ciberbullying.

Cuando han sufrido estas conductas la mayor parte de víctimas y cibervíctimas no se lo han dicho a nadie (18,5 %). Algunos se lo han contado a los progenitores (16,9 %), o bien a los amigos/as (11,6 %). Finalmente, un porcentaje menor lo ha compartido con el profesorado (5,6 %) y los hermanos y hermanas (5,3 %).

En relación a los efectos de la victimización-cibervictimización, un porcentaje cercano al 10 % dice haber experimentado efectos negativos y graves consecuencias psicológicas y psicopatológicas por haber sido víctimas de estas conductas.

De ellos, un 5,3 % expresa que les ha provocado consecuencias relevantes y que se sienten peor, más inseguros, tristes, sin ganas de ir al colegio, con problemas para hacer amistades y con más problemas físicos. En el 1,8 % de los casos han necesitado ayuda psicológica por cuadros de depresión y ansiedad preferentemente. En el extremo, algunas víctimas han sufrido efectos muy graves ya que 216 estudiantes reconocen haber tenido ideación suicida (1,14 %) y 121 de los estudiantes participantes han realizado tentativas de suicidio (0,8 %).

La mayoría de las víctimas son chicas

Mientras las víctimas dicen haber sentido preocupación, nerviosismo, deseos de venganza o miedo-temor, además de vergüenza, impotencia, indefensión y rencor, entre los agresores destaca un porcentaje del 7 % que reconoce haberse sentido culpable posteriormente.

Por el contrario, un 3,6 % no sienten nada frente a la situación de la víctima e incluso un 3,6 % habla de odio o rencor hacia ellas, alegría por haberles acosado (2,4 %) placer por vengarse (2,2 %) y sentimientos de bienestar porque les gusta ver sufrir a la víctima (0,7 %).

En relación a las razones que dan los agresores-ciberagresores para acosar, el mayor porcentaje dice que las víctimas “se lo merecen”, con lo que realizan una atribución externa de su conducta agresiva, atribuyendo a la víctima la responsabilidad de sus propias conductas (4,2 %).

Entre las razonas de mayor prevalencia en las agresiones destaca el racismo (2,5 %), pensar distinto al agresor (2 %), evitar ser víctima (1,7 %), la homofobia (1,6 %), además de la atribución de cualidades de “debilidad” o “torpeza” hacia la víctima.

Otros resultados del estudio son el aumento del porcentaje de víctimas de bullying cara-a-cara desde 5º de Primaria hasta 2º de ESO, con una disminución posterior a medida que aumenta el curso escolar, así como el hecho de que el mayor porcentaje de víctimas y cibervíctimas son chicas mientras el que el mayor porcentaje de agresores y ciberagresores son chicos.