El presidente de Edifica,, Koldo Monreal (i) junto a Manuel Medina (d), presidente del Consorcio Passivhaus EFE/ Jesús Diges.

El presidente de Edifica afirma que se “juega al lazarillo” con la eficiencia energética en España

Pamplona (EFE).- El presidente de Edifica en el Consorcio Passivhaus, Koldo Monreal, ha afirmado que en España se “juega al lazarillo” con la eficiencia energética en la construcción, ya que, mientras las administraciones reglamentan para que se hagan edificios de consumo casi nulo, los jefes de obra reciben presiones para que el coste de los materiales vaya a la baja.

Edifica reúne a los principales agentes de la construcción sostenible, procedentes de España y Europa, que impulsan soluciones para construir edificios pasivos, de balance cero y positivos (generan más energía de la que consumen).

En España “se está manoseando la sostenibilidad”

Monreal, participante de la Feria Edifica, organizada por el Consorcio Passivhaus, que se celebra en Pamplona, ha señalado en una entrevista con EFE que hablar de edificios pasivos, balance cero o positivos es “una ensalada que nadie entiende y por eso existe, Edifica, y por eso existe el Consorcio”.

En España, “se está manoseando la sostenibilidad y la eficiencia”, ha declarado el experto, quien ha explicado que el objetivo debería ser “hacer una mejor vivienda desde el punto de vista energético, pero sin olvidarnos de que tiene que ser saludable”, ya que “no vale de nada hacer una buena vivienda trayendo los materiales del otro punto del mundo o con materiales tóxicos que perjudican a los usuarios”.

Tras resaltar que en Europa más del 50 % de la construcción es industrializada pero España no llega al 1 %, ha asegurado que un gremio de la construcción “no puede estar pensando única y exclusivamente en acabar (la obra), tiene que estar pensando en cómo dejarlo mejor, que es un tema cultural que aún no ha calado en España”.

La presidenta María Chivite visita la Feria Edifica. EFE/Jesús Diges

“El problema que tenemos en España principalmente es un problema cultural: en vez de hacer el esfuerzo por ser el mejor profesional de lo que sea y utilizar los mejores materiales, jugamos al lazarillo, a ver cómo te la puedo meter, y esto es una realidad”, ha lamentado.

La realidad, ha subrayado, “es que un jefe de obra tiene mayor presión por abaratar los costos que por tener una buena calidad y aquí tenemos el problema”.

Monreal ha recordado que la directiva europea de eficiencia energética en la construcción es de 2013, “y creo yo que ya hemos pasado ese año”, por lo que en este momento todo edificio tendría que ser de consumo casi nulo.

“Hay que poner números a las letras”

Al respecto, ha considerado que “hay que poner números a las letras” de certificación (de A a G), porque “si dices que este edificio consume poco, ya me la has metido, me has jugado con el lenguaje, es la tierra del lazarillo. Si usted me dice que este edificio consume 10 kW/m2, se acaba de comprometer”.

Además, ha agregado, “dígame cómo ha llegado a ese cálculo”, porque, si no se tienen en cuenta los puentes térmicos, el sobrecalentamiento o la hermeticidad, “usted me está hablando en chino” y por tanto “empieza a preocuparte”.

En ese sentido, ha preguntado: “¿A usted cuando le hacen un certificado de salud le hacen alguna prueba o solamente le hacen una entrevista por teléfono? Porque esto es lo mismo”.

Monreal ha aseverado que esto “no es serio” y ha puesto de relieve que en España “hay un montón de profesionales en el paro” que se podrían contratar “para que hagan verdaderas valoraciones energéticas” de los edificios.

Un Código de Edificación “de mínimos”

También ha criticado que el Código Técnico de la Edificación sea un código de mínimos. “¿Usted a sus hijos les diría que con 5 es aprobado y no se te ocurra estudiar para 6, usted les diría eso?, ha preguntado, para destacar que, además, en el Código Técnico de la Edificación “aprobamos con el cuatro y medio porque nos redondean al alza. Esta es la realidad”.

Por tanto, en España, ha añadido, “tenemos un sector que, como no empecemos a darle la vuelta, pues normal que vengan de fuera y nos coman, así de claro”.

“Existe el producto, el conocimiento, la tecnología y el profesional para hacer edificios eficientes y saludables. ¿Por qué nos vamos a conformar con menos? Y esto no significa que tenga que ser más caro, porque la economía de escala favorece todo este proceso”, ha concluido.