La presidenta de Afammer, Carmen Quintanilla (d), acompañada de Rosalía Echeverría, presidenta de Afammer Navarra (2i), de Patricia Abad (2d), directora gerente del Instituto Navarro para la Igualdad, y de la alcaldesa de Pamplona, Cristina Ibarrola (i). EFE/ Villar López

La presidenta de Afammer advierte de que el feminismo sigue estigmatizado en el mundo rural

Pamplona (EFE).- La presidenta de la Confederación de Federaciones y Asociaciones de Familias y Mujeres del Medio Rural (Afammer), Carmen Quintanilla, ha advertido en Pamplona de que la violencia de género, y por tanto el feminismo, siguen estigmatizados en el mundo rural, especialmente en lo pueblos más pequeños.

Ha lanzado esta reflexión durante la ponencia “La evolución de las mujeres rurales en los últimos 25 años” que ha ofrecido en el acto celebrado en el Planetario de Pamplona con motivo del cuarto de siglo cumplido por Afammer Navarra.

Quintanilla, que ha celebrado que a lo largo de su andadura como asociación han conseguido “romper la invisibilidad” de la mujer rural, ha advertido que aún queda mucho camino por hacer siendo a día de hoy el feminismo y la violencia de género un tema tabú.

Romper el silencio

“Cuanto más pequeño es el pueblo más importa el que dirán” y menos denuncias por este tipo de violencia hay, ha lamentado asegurando que en algunos lugares han tenido que prescindir de los talleres de autodefensa y cambiarlos por otros de autoestima porque “algunas mujeres se han sentido miradas” por participar en ellos.

La alcaldesa de Pamplona, Cristina Ibarrola (c), en la jornada. EFE/Villar López

“Rompamos el silencio de las mujeres rurales ante la violencia de genero”, ha proclamado aprovechando la presencia de representantes políticos de la Comunidad Foral para pedir la creación en Navarra de una oficina de atención integral a las mujeres rurales víctimas de violencia de género de la mano de Afammer.

Quintanilla ha aclarado que es también una “utopía” que exista una conciliación ya que “las que concilian son las abuelas canguro” y un 30 % de las mujeres rurales que tienen un empelo abandonan su trabajo cuando tienen un hijo debido a que no tienen con quién dejarlos.

Desigualdad en el medio rural

Ha aprovechado su presencia para insistir en la necesidad de un pacto entre el medio rural y el medio urbano ya que dos de cada tres personas que abandonan los pueblos son mujeres y lo hacen porque “no tienen empleo ni medidas de conciliación que les permitan construir su proyecto de futuro.

De igual modo ha denunciado que “no están llegando las competencias digitales a todas las mujeres del mundo rural” y ha pedido medidas de fomento del relevo generacional femenino en el campo ya que existen muchas mujeres que “están dispuestas” a tomar las riendas de las explotaciones pero no pueden.

Invisibilidad y estigmatización

A pesar de los retos aún presentes, Quintanilla ha querido también poner en valor todo el camino andado, y es que ha asegurado que cuando comenzó con su labor con Afammer no acudía prácticamente nadie a las reuniones debido a que había una “invisibilidad y estigmatización total de las mujeres”.

“Ya no somos mujeres estigmatizadas sino que las mujeres de Afammer lideran su propia vida”, ha aplaudido poniendo en valor que ahora “la voz de las mujeres rurales está en las agendas políticas del Gobierno de España y de las comunidades autónomas” así como en la de los medios de comunicación.

Ha querido destacar también que Afammer “ha sido un proyecto de vida desde el altruismo y el voluntariado social” unido por el “compromiso por la igualdad de oportunidades y el feminismo”.