Pamplona (EFE).- Desde 2007, cuando accedió al cargo el arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, se han denunciado en Navarra una decena de abusos sexuales en el seno la Iglesia, de los que tres han ido a la jurisdicción civil, mientras que el resto de afectados ha optado por otras vías.
Estos datos han sido facilitados en rueda de prensa por el ecónomo diocesano, Carlos Ayerra, quien ha indicado que en unos tres o cuatro casos ha habido un “acuerdo penal administrativo”, una figura del Derecho Canónico. En ningún caso se ha llegado a la expulsión del denunciado.
En este proceso penal administrativo, según ha explicado, se toman diferentes medidas en función de la gravedad del hecho porque, ha dicho, “no es lo mismo una caricia en la cara que una violación”. También ha habido casos en que el Ministerio Fiscal ha archivado los casos a los dos años.
Medidas cautelares
Cautelarmente siempre se toma la medida de apartar del servicio al denunciado, ha apuntado Ayerra, quien, tras señalar que otra medida puede ser cambiar su residencia o prohibición de ejercer el ministerio, ha manifestado que ahora mismo no hay nadie en Navarra al que se hayan aplicado esas medidas.
La medida cautelar, ha indicado, se adopta porque “esto no se resuelve en una tarde”, sino que hay que hablar con todas las partes afectadas, entre otros trámites.
Sobre las víctimas, tanto él como el arzobispo han asegurado que han tratado de atenderlas de la mejor manera posible y que incluso se ha llegado a pagar terapias.
Un “espurgue” de documentación
Ayerra, quien ha manifestado que incluso el Defensor del Pueblo ha felicitado a la Archidiócesis de Pamplona como “ejemplo y modelo” de colaboración, ha señalado que “se han aplicado las medidas oportunas en cada caso concreto”.
Ha comentado asimismo que en los archivos se ha hecho un “espurgue” de documentación, que según la normativa canónica se debe realizar cuando hay un cambio de arzobispo o cuando muere el denunciado. Si hay una sentencia penal, sigue habiendo constancia del archivo, pero ese supuesto no se ha dado en Navarra.
Sobre la agilidad con la que se ha actuado desde el Arzobispado, ha reconocido: “No sé si habrá que apretar más el acelerador, seguramente”.
“No somos perfectos”
El arzobispo Francisco Pérez ha puesto de relieve que “se ha colaborado en todo lo posible” con el Defensor del Pueblo y a partir de ahora “haremos todo lo que podamos”, también toda la sociedad, porque este problema “no es cuestión solo de la Iglesia, sino de toda la sociedad”.
Pérez ha precisado que “siempre hay que distinguir lo que es la Diócesis de lo que son los colegios religiosos”, que son autónomos. “Esto es como un cuerpo, cada uno tiene su propia función y su propia responsabilidad”, ha dicho.
Los colegios religiosos “tienen su autoridad” propia y “todos hemos hecho ese gesto de pedir perdón”, ha apuntado el arzobispo, quien ha insistido en que el Arzobispado actuará “apoyando en todo lo que podemos a los que han sufrido estas situaciones”.
Se ha procurado tener “una gran atención” a las víctimas y “habrá habido deficiencias, porque no somos perfectos”, ha admitido.
