El ángel, Naia Pardo, vuelve a la Casa del reloj tras retirar el velo de luto a la Virgen. EFE/Villar López

Un ángel sobrevuela Tudela

Pamplona (EFE).- La localidad navarra de Tudela ha vivido este domingo uno de los momentos cumbre del año, la Bajada del Ángel que anuncia a la Virgen María la resurrección de su hijo. Es una escena declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional a la que han acudido miles de personas.

Protagonizada en esta ocasión por la niña Naia Pardo, de 7 años, la ceremonia ha repetido simbolismo religioso y emoción. Es un rito ancestral que se remonta a finales del siglo XIII aunque en su formato actual se conoce desde 1663.

Pardo fue designada el pasado mes de enero, junto a su suplente, India Moleón (que a su vez será el ángel en 2025), para interpretar esta tradición de arraigo en Tudela. El honor consiste en descender de los cielos para retirar el luto a la Virgen y anunciarle la resurrección de Jesucristo.

Una cuidada coreografía

El acto responde a una cuidada coreografía que la niña Naia Pardo ha estado ensayando durante las últimas semanas, para poder cumplir con la mayor naturalidad posible la misión de bajar desde una ventana, decorada para el día de hoy como si fueran las puertas del cielo, que se abren al efecto en la Casa del Reloj de la Plaza de los Fueros de Tudela.

Amarrada con un arnés a una maroma, vestida de ángel, la niña se ha deslizado sobre la plaza mientras lanzaba al público “aleluyas” en forma de papeles.

Imagen de Villar López de la bajada del ángel de Tudela 2024
El ángel es aplaudido por los tudelanos. EFE/Villar López

Poco antes la Virgen ha sido llevada en procesión y sus andas situadas en la Plaza, bajo la trayectoria de la maroma por la que la niña ha llegado hasta la cabeza de la imagen. Ahí ha dado discretas indicaciones a los porteadores para que le acercaran mejor la talla.

En ese momento, y ante el respetuoso silencio del gentío, ha retirado el paño negro que cubría a la Virgen mientras le anunciaba: “Alégrate, María, porque tu hijo ha resucitado”.

Los sonoros aplausos han acompañado entonces a la niña en su retirada hacia el templete desde el que había salido, un recorrido del que de nuevo se ha encargado la gruesa cuerda tensada sobre las cabezas de los emocionados tudelanos.

Acto frío y madrugador, pero sin lluvia

Finalizado este acto, que la lluvia ha respetado aunque se ha desarrollado en un ambiente frío y madrugador por el cambio de hora esta noche, la tradición marca que la niña o el niño que ha encarnado al ángel acompañe a la Virgen en procesión hasta la Catedral, donde hará la primera comunión.

Mientras, los tudelanos que han asistido se reparten por los establecimientos de la localidad a desayunar, y a medio día será ya el momento de otra tradición, la de las comidas que las cuadrillas organizan en el campo al aire libre.