Leonardo Sosa y Jonathan Morel (der.) integrantes del grupo “Revolución Federal” hablan durante una entrevista con Efe en Buenos Aires (Argentina). EFE/ Juan Ignacio Roncoroni

Revolución Federal, el radicalizado grupo de escraches que agita a Argentina

Por Rodrigo García I

Buenos Aires, (EFE).- Con solo 23 años, Jonathan Morel y Leonardo Sosa están en el punto de mira en Argentina. Fundaron Revolución Federal, un grupo de jóvenes que, acompañados de antorchas y hasta de una guillotina de madera, llevan meses haciendo bruscos escraches al Gobierno, que ahora los acusa de posibles vínculos con el atentado contra Cristina Fernández.

En entrevista con Efe, los dos chicos niegan ser “neonazis”, como los definen algunos medios y figuras oficialistas, y tener relación con el ataque: “Yo solamente me expresé en contra del Gobierno. Si cuatro locos quisieron matar a alguien, que la Justicia actúe”, explica Morel en su carpintería de la localidad bonaerense de Boulogne.

La semana pasada, la Agencia Federal de Inteligencia presentó a la jueza que investiga el ataque contra la vicepresidenta, perpetrado el 1 de septiembre, un audio de una transmisión en Twitter previa al atentado, en el que Morel juega con la idea de infiltrarse entre seguidores de Fernández para hacerla pasar a la “historia”.

También con un eventual asesinato de su hijo, el diputado Máximo Kirchner, o del presidente de Argentina, Alberto Fernández.

El joven relativiza ahora esas expresiones y aclara: “Nadie tiene que ir a matar a ningún político, no hay que gastar dos pesos en eso, ya bastante que los mantenemos”, pero matiza que le “encantaría” que se “mueran los políticos”, que les empiece a “agarrar una enfermedad”.

Sosa remarca que no conocen a los cuatro detenidos por el frustrado atentado, pese a que en unas imágenes se ve a una de ellas, novia del atacante, en una marcha de Revolución Federal contra el Gobierno.

“Lo que están haciendo es como una especie de venganza contra nosotros”, señala sobre la denuncia de la oficina de inteligencia y niega que, como deslizaron algunos medios, un empresario amigo del expresidente liberal Mauricio Macri (2015-2019) haya financiado a Revolución Federal.

Perder el “miedo” a los políticos

Jonathan Morel integrante del grupo “Revolución Federal” posa durante una entrevista con Efe en Buenos Aires (Argentina). EFE/ Juan Ignacio Roncoroni

‘Jony’ y ‘Leo’ se conocieron en abril pasado en una reunión de seguidores del libertario Javier Milei -economista con un discurso ‘anticasta’ política con fuerte calado en sectores de la juventud-, pero al considerar que lo que se planteaba era “bastante infantil” decidieron desvincularse y pasar a la acción.

Desde entonces, sus manifestaciones contra políticos -sobre todo del Gobierno- han ido cobrando repercusión por sus consignas antikirchneristas, como “Todos presos, muertos o exiliados”, y por ir con antorchas y una guillotina hechas en la carpintería de Morel.

Para Jonathan, violencia no es lo que ellos hacen, sino “la pobreza, la desocupación, la indigencia, los mensajes que transmiten los políticos a la sociedad, el desprecio, el demostrar que están alejados de la realidad, que no les importa cómo viva la gente, que solamente viven para financiarse ellos”.

“Esto fue solamente un grito desesperado que logramos que escuchen. La guillotina está guardada, ya no tiene que ser utilizada, ya se logró lo que se quería, no es un arma”, recalca, y asevera que manifiestan lo que la gente piensa: que no se siente representada y que el político es -entre otros calificativos peores- un “chorro (ladrón), corrupto y mafioso”.

“Revolución Federal no solamente sería un llamado de atención a los políticos, de decir ‘por favor, escúchennos’, sino también un llamado a la reflexión a la ciudadanía: ‘involúcrense, pierdan el miedo'”, remarca Sosa.

Acérrimo antikirchnerismo

Jonathan Morel integrante del grupo “Revolución Federal” posa durante una entrevista con Efe en Buenos Aires (Argentina). EFE/ Juan Ignacio Roncoroni

Los líderes de la organización afirman sentir cierta afinidad solo con Milei, y si bien apuntan contra la “tibieza y buenos modales” de la coalición opositora de Macri, ponen a la facción del peronismo que lidera Fernández, presidenta entre 2007 y 2015, en el centro de su diana.

“El kirchnerismo es el cáncer, la metástasis. El kirchnerismo, el peronismo. No se puede dialogar con esta gente. Ellos ya demostraron para quién trabajan, para solamente ellos, porque ni para los pobres. A los pobres no se les da dos cajas de fideos, se les da dignidad, posibilidad de trabajar”, remarca Morel.

El chico, que se declara bisexual, parte del “colectivo que ellos (los kirchneristas) dicen defender”, reprocha “la doble moral y el relato” de ese grupo político: “Porque yo soy pobre, negro, nacido en la villa, tengo un padre chorro, una madre soltera de 16 años… Sería el varoncito ideal kirchnerista, lo que pasa es que no pienso igual que ellos y por eso me atacan”, subraya.

Duro es también con las acusaciones de corrupción que enfrenta la vicepresidenta: “Tengo el cotillón guardado y la sidra para descorchar”, advierte al imaginar que acabe siendo condenada.

“No nos queremos ir del país”

Sin intención por ahora de presentarse a las elecciones, creen que su lugar es gritar a la cara a los políticos que han hecho “mierda” a Argentina -que arrastra años de crisis, con alta inflación y pobreza- y actualizar la política.

“Hay cosas que ya no se pueden combatir, no hay ni por qué combatirlas: la homosexualidad hay que aceptarla, los géneros también (…) Los políticos buscan dividir y Revolución Federal viene justamente en contra de eso. Logramos unir al puto (homosexual) con el de extrema derecha”, añade el carpintero.

Mientras la Justicia dirime si les imputa alguna responsabilidad por el ataque a Fernández, Jonathan y Leonardo adelantan que próximamente volverán a manifestarse. “Somos muchos más los que queremos salir adelante, los que no nos queremos ir del país, entonces quedémonos y demos la pelea”, concluye Morel.

Edición web: JuanK Ochoa