Bilbao (EFE).- El delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso, ha apelado a la “conciencia” de los puteros y les ha emplazado a no obviar las condiciones “infrahumanas” de las mujeres que ejercen la prostitución contra su voluntad y bajo coacción porque con su actitud “contribuyen a su deshumanización”.
“Invitamos y hacemos una llamada a la conciencia de las personas usuarias para que dejen de hacerlo y en todo caso denuncien cuando vean que ese tipo de actividad puede estar rayando la explotación sexual“, ha afirmado Itxaso.
El delegado del Gobierno en Euskadi ha comparecido en rueda de prensa para dar a conocer más detalles de la operación que la semana pasada permitió desarticular una red de explotación sexual en Bizkaia.
La Guardia Civil detuvo la pasada semana a siete personas y liberó a trece mujeres víctimas de explotación sexual en el marco de la operación “Alipar” en la que se llevaron a cabo tres registros en las localidades de Barakaldo, Bilbao y Fruiz.
El origen de la investigación fue la declaración de un testigo protegido que denunció ante la Guardia Civil.
Según ha explicado Itxaso, la organización criminal realizaba la captación de las mujeres en países de Sudamérica, principalmente Paraguay y Colombia, aprovechando la situación de vulnerabilidad y pobreza que tenían en sus países de origen ofreciéndoles unas condiciones de vida y laborales “prometedoras”.
Condiciones infrahumanas
La organización criminal tenía confinadas a sus víctimas en una casa en el barrio bilbaíno de Zorrotza donde vivían en “condiciones infrahumanas e insalubres”, “hacinadas, entre restos de comida y suciedad” y compartían un único baño.
La red controlaba diariamente a las mujeres, incluso a través de circuitos cerrados de televisión.
Solo podían salir del lugar de explotación una hora al día y las obligaban a aceptar clientes las 24 horas del día, los siete días de la semana.
También organizaban fiestas temáticas donde ellas tenían que acceder a las peticiones de los clientes y las obligaban a consumir cocaína, ha descrito Itxaso.
Ha indicado que los agentes han constatado que la organización operaba al menos desde 2017 y que el liderazgo lo asumía una mujer, junto a otras cinco féminas y un hombre que llevaban a cabo los diferentes cometidos.
Dinero y drogas
En la operación fueron intervenidos más de 35.000 euros en efectivo, cocaína dispuesta para su distribución y consumo, marihuana, numerosos teléfonos móviles, gran cantidad de pastillas de sildenafilo y amoxicilina, así como documentación de interés para la investigación.
Se ha llevado a cabo asimismo el bloqueo de numerosas cuentas bancarias, inmuebles y vehículos.
A los detenidos se les imputa delitos de trata de seres humanos, prostitución, explotación sexual, contra la salud pública, blanqueo de capitales, pertenencia a organización criminal y contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
En el momento de su liberación las víctimas fueron asistidas por la ONG Fiet Gratia, a la que Itxaso ha agradecido su labor, al igual que a los agentes de la Guardia Civil que han desarticulado esta red en una investigación que ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción 6 de Bilbao.
Vulneración de Derechos Humanos
“La trata de seres humanos con fines de explotación sexual es una de las caras más tenebrosas de la vulneración de los Derechos Humanos. Pasa a nuestro alrededor, está cerca de nosotros, en el piso de al lado de casa”, ha afirmado Itxaso.
El delegado del Gobierno en Euskadi ha insistido también en que la esclavitud sexual “degrada la condición humana de quienes la practican y merece el mayor de los castigos”.
Itxaso ha indicado que en los últimos cinco años la Guardia Civil ha llevado a cabo seis operaciones de este tipo en Euskadi con 134 detenidos y 72 víctimas liberadas. EFE