San Sebastián (EFE).- “San Sebastián, escena de moda” es el título de una exposición fotográfica que se inaugura en la Sala Kubo. La muestra repasa lo que fueron los primeros lustros del siglo XX en una ciudad en la que la moda ejerció un papel fundamental.
La ciudad ofrecía “una experiencia concentrada” de lo que se podía encontrar en capitales como París y Londres, en la que la moda ejerció un papel fundamental.
San Sebastián como escena de moda
Son más de un centenar de imágenes en blanco y negro las reunidas para esta exposición, bautizada como “San Sebastián, escenas de moda”. Se podrá visitar desde este jueves hasta el próximo 15 de octubre.
Imagen de una modelo posando en la playa de La Concha. EFE/Juan Herrero
Su comisaria es Miren Arzalluz, directora del Palais Galiera, el Museo de la Moda de París. Ha presentado esta nueva propuesta junto a Ane Abalde, directora de Arte y Patrimonio de Kutxa Fundazioa y responsable de las salas Kubo y Artegunea.
La imágenes seleccionadas proceden de la Fototeka de Kutxa. Pertenecieron a los comercios donostiarras Photo Carte y Foto Marín, cuyos fondos compró la entidad adquirió en 1973. Hay verdaderas joyas en blanco y negro firmadas por Ricardo Martín y Pascual Marín.
Una ciudad que emerge como centro de ocio y socialización
Arzalluz ha advertido de que la exposición no se plantea como “un ejercicio de nostalgia”. Su propósito es transmitir “la importancia que la moda desempeñó en la emergencia de la ciudad como centro de ocio y socialización”, cuando además “se estaba definiendo la Côte Basque como territorio turístico”, en el que Biarritz jugó también un papel primordial.
En ese desarrollo, que se había iniciado a finales del siglo XIX, tuvieron que ver los veraneos en San Sebastián de la familia real. Atrajeron a “las élites aristocráticas, económicas y artísticas”, que fueron en las primeras décadas del siglo XX “las principales prescriptores de moda”.
Los informadores gráficos en la presentación de “San Sebastián, escena de moda”. EFE/Juan Herrero.
“San Sebastián ofrecía cada temporada una versión concentrada de la experiencia en la ciudad moderna, con calles, avenidas, parques, jardines y paseos; casinos, hoteles, teatros, y cafés; conciertos, representaciones teatrales, bailes de máscaras y ‘kermesses”, ha explicado la comisaria. Todos ellos se erigían “en nuevos escenarios donde ver y ser visto constituía una parte esencial de la experiencia”, ha añadido.
Visitantes distinguidos
“La reina Victoria Eugenia saliendo de la célebre joyería ‘Marzo'”, “Mujer piloto vestida con conjunto de punto y trench en el Gran Premio de San Sebastián” y “Tés danzantes en la terraza del casino” son tres de las fotografías expuestas. Atestiguan lo que se vivió en la ciudad en esos años. Una época en la que el “grado de sofisticación” de las clases adineradas se trasladaba incluso a los modelos de trajes de baño que lucían en las playas de La Concha y Ondarreta.
La hípica, los toros y deportes como el golf y el tenis atraían igualmente a esos visitantes, que disponían asimismo de una programación cultural y de espectáculos “muy intensa”. Por ejemplo, Josephine Baker pasó por el teatro Príncipe y la multicampeona francesa Suzanne Lenglen jugó en el Real Club de Tenis, como podrá comprobar quien acuda a la exposición.
El impulso al desarrollo local
“Como para cada ocasión era necesario un traje distinto, la demanda se multiplicó, y con ella los talleres de costura y los comercios de todo tipo de accesorios, de sombreros, guantes, bisutería y joyería.
Numerosas mujeres, modistas, sastras, sombrereras, cortadoras, probadoras, bordadoras, vendedoras, o modelos, encontraron en esta pujante industria una forma de independizarse, de emprender y de crear”, ha relatado Arzalluz.
Ese impulso llevó a muchos donostiarras a formarse fuera para después regresar y montar sus negocios. También, a casas de “alta moda” de París a alquilar apartamentos o espacios en hoteles de la capital guipuzcoana para organizar desfiles en los que mostrar sus colecciones.
Una mujer pasea por el San Sebastián de hace un siglo en la imagen en blanco y negro. EFE/Juan Herrero
Esa sociedad que bullía y el trabajo de esas mujeres en los talleres donde se confeccionaban las prendas para estar a la última fueron captados por las cámaras de Martín y Marín.
De su ingente material, se expone una pequeña muestra de las mejores imágenes, divididas en los espacios de la Sala Kubo en seis secciones temáticas: “Escenas de playa. Estilo y libertad”, “Escenas urbanas. Ver y ser visto”, “Hípica y toros. Desfile y espectáculo”, “Deporte de élite. Comodidad y moda sport”, “Vida social. Lujo y sofisticación” y “Modistas y sastres. Oficio y excelencia”.
