Javier Domaica
Vitoria (EFE).- El presidente del Festival de Jazz de Vitoria, Iñigo Zárate, está convencido de que tras unos años extraños marcados por la pandemia y por una impresionante ola de calor en 2022 esta 46 edición atraerá tanto a aficionados especializados como al gran público.
Desde la compositora y directora de big band estadounidense María Schneider al cierre con la premiada cantante Silvia Pérez Cruz, el máximo responsable del certamen vitoriano que se desarrollará del 3 al 8 de julio cree que ha logrado reunir a “músicos interesantes” pese a contar con “la mitad de presupuesto que hace 10 años”.
Pregunta: ¿Tiene ganas de que suene ya el primer acorde?
Respuesta: Estamos con ganas, nervios y un poco de todo. Llevamos todo el año trabajando para que se acabe todo en una semanita.

P:¿Ha sido largo el año?
R: A mí se me ha hecho corto. Ha sido un año más normal sin tantas novedades. Todos los años nos ha pasado algo. El año pasado tuvimos 42 grados de temperatura, luego fuimos al Iradier Arena (por las restricciones que impuso el covid) y antes tuvimos el año de la pandemia.
P:¿Cómo va la venta de entradas?
R: Mucho mejor que el año pasado. Estos últimos días es cuando más se vende. En cinco o seis se puede vender tanto como en los dos últimos meses.
P:¿Cuál es la jornada que más llama la atención?
R: Sin duda alguna es la de Silvia Pérez Cruz. Nunca ha estado en Vitoria y es el concierto que puede interesar al público general, menos especializado.
P:¿Cómo definiría el cartel de este año?
R: Hemos intentado hacer algo equilibrado que abarque distintos tipos de música para contentar desde el aficionado más especializado hasta el gran público y hacer un festival de calidad y entretenido.
P: Entre todos los artistas contratados ¿Se ha logrado cumplir algún sueño o algún reto?
R: Maria Schneider es una de las grandísimas músicas y no es fácil conseguir traerla por su presupuesto y el volumen que mueve.
También hay pequeñas apuestas personales como el dúo de Moisés Sánchez y Marco Mezquida, que va a ser algo casi único porque solo ha tocado en el FIAS (Festival de Arte Sacro de Madrid) y aquí será la segunda y de momento última vez. Samora Pinderhughes es otra de las apuestas de gente desconocida y hemos querido que estuvieran en Vitoria antes de que se hagan estrellas.

P:¿Puede recomendar un día para ir a Mendizorroza y otro para el Teatro Principal?
R: Depende de los gustos pero igual el día para el Principal puede ser el de Samora Pinderhughes porque va a ser algo distinto. En Mendizorroza, si el jazz te da más igual el último día (Silvia Pérez Cruz); si quieres un poco de jazz y aprender ve el viernes (Kandace Spring). Si lo que quieres es ver un jazz más conocido el día 6 de julio (Immanuel Wilkins) y si quieres algo mucho más especializado, el día 5 (Maria Schneider).
P: A nivel presupuestario, ¿Cómo está de salud el festival?
R: Tenemos la mitad de presupuesto que hace diez años por lo que es difícil hacer algo parecido a lo que se hacía entonces. Nos tenemos que apañar con lo que tenemos. Los números son públicos, rondamos los 600.000 euros contando entradas. Es muy poco dinero respecto a otros festivales.
P: ¿De dónde proceden los ingresos?
R: Sobre todo recibimo financiación pública y entradas, que son una fuente importante de ingresos. También patrocinios privados, pero es un momento complicado, sobre todo después de la pandemia.
P:¿Al festival le ha marcado mucho la pandemia?
R: Muchísimo porque ha habido un cambio de costumbres. La gente sale más por la tarde que por la noche. Esto ha afectado mucho al mundo de la cultura.
P: Hay cientos de festivales en verano. ¿Vamos a morir de éxito?
R: Hay que distinguir varios tipos de festivales, como varios tipos de música. Ahora hay música de consumo sin un trasfondo cultural importante. Estamos hablando más de negocio y ocio puro y duro, que toda la cultura tiene una pizca de todo esto.
Otros festivales como el nuestro no están enfocados a ganar dinero. Queremos mostrar a músicos interesantes sin que nuestro último fin sea la rentabilidad en sí. Otros festivales están más encaminados a promocionar las ciudades.
P: Este año hay una apuesta importante en la calle.
R: Queremos traer gente que pueda tener atractivo para el público que normalmente no es el nuestro, pero que están muy cerca. Este año con R de Rumba y con The Skatalites intentamos que traigan gente nueva y brindar conciertos a la ciudad. EFE