Ingenieros de Bilbao planean un medidor de la turbiedad de agua que sería un 93% más barato

Bilbao (EFE).- Ingenieros de Bilbao planean un medidor de la turbiedad del agua que sería un 93 % más barato, que el usado hasta el momento.

Docentes y estudiantes de la Escuela de Ingenieros (UPV/EHU) trabajan en un proyecto de turbidímetro de bajo coste, que podría rebajar el precio de este instrumento desde los 3.600 euros que han costado cada turbidímetro instalado actualmente en las cuencas forestales de río en Urdaibai (Bizkaia) hasta los 200-250 euros.

Según ha explicado a EFE el director técnico del Aula del Agua de la Escuela de Ingenieros, Igor Peñalva, el desarrollo de este aparato se enmarca en el proyecto europeo sobre calidad del agua Life Urbaso, que se lleva a cabo en la citada zona de Urdaibai.


Life Urbaso está coordinado por el centro de investigación y desarrollo agroalimentario y ganadero Neiker, y cuenta con la participación como socios del Centro Vasco de Investigación de Cambio Climático BC3, la UPV/EHU, el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia y la Agencia Efe.

Alto precio


La importancia de rebajar el alto precio de los turbidímetros consiste en que se trata de “una de las metodologías más usadas en el ámbito mundial” para medir la cantidad de sedimento, muchas veces contaminante, que lleva el agua.


Según esa medición, el agua se potabiliza con más o menos cloro para que sea apta para el consumo humano, según ha explicado a Efe Ane Zabaleta, del departamento de Didáctica de las Matemáticas, Ciencias Experimentales y Sociales de la UPV/EHU, y encargada del seguimiento de campo de la cantidad y calidad de agua en Life Urbaso.

El técnico y la directora del Aula del Agua de la Escuela de Ingenieros de Bilbao, Igor Peñalva y Natalia Alegría. EFE/Luis Tejido.


“Medir la turbiedad del agua es un parámetro muy importante, pero el instrumento es muy caro”, ha precisado.
De este contexto surgió la propuesta al Aula del Agua, en la que participan docentes y estudiantes con sus trabajos de fin de grado o de fin de máster -en breve también de doctorado- para que desarrollaran algún prototipo a bajo coste y testearlo en Urdaibai.


El objetivo final también sería comercializarlo ya que existe un “gran interés y necesidad” de este tipo de instrumentos, y a bajo coste, por parte de administraciones y agencias que trabajan en la gestión del agua.

Aula del agua


Peñalva junto a la directora del Aula del Agua, Natalia Alegría, han relatado que, una vez recibido el encargo en 2022, estudiaron los diferentes turbidímetros de bajo coste que existen en el mercado y planearon un trabajo integral que sumara las competencias de hidráulica, telecomunicaciones, mecánica de vibraciones, montajes electrónicos y control de datos.


El problema, sin embargo, no se limitaba solo al precio, ya que Life Urbaso también les trasladó otro hándicap: la duración de las baterías.


Igor Peñalva ha incidido en que “no aguantan lo que debían, y cuando se acaban, hay que desplazarse hasta las cuencas a reponerlas, pero los investigadores no son conscientes de que se han terminado hasta que hacen las revisiones rutinarias para la lectura de datos, que pueden ser una al mes, y por el camino se han perdido muchos de estos datos”.


La solución, según ha explicado, consiste en conseguir transmitir lo que ocurre a tiempo real para que el aparato avise cuando no hay señal.


“Estamos intentando trabajar en todo a la vez y por eso no sabemos cuánto tiempo nos puede llevar el proyecto. Esperamos, por lo menos, que para final de este curso tengamos las pruebas hechas y poder ensamblar un primer aparato para el curso próximo. Si todo sale bien, incluso el Consorcio ha hablado de patentarlo”, ha remarcado. EFE