GRAFCAV2165. BILBAO, 06/05/2024.- El director de la película “La sombra del tiburón”, Gonzalo G. López Gallego, da cuenta este lunes a los medios, en la presentación la película que participa en el festival FANT. EFE/Luis Tejido

Fant muestra la libertad creativa “máxima” de López-Gallego en “La sombra del tiburón”

Bilbao (EFE).- El cineasta Gonzalo López-Gallego ha recuperado su libertad creativa y la ha practicado en “máxima” forma en la película “La sombra del tiburón”.

“La sombra del tiburón” es un proyecto personal de López-Gallego.

La película compite en la sección oficial del Festival de Cine Fantástico-Fant de Bilbao.

López-Gallego, acompañado del director del festival, Justo Ezenarro, han presentado “La sombra del tiburón” ante los medios de comunicación.

Lo ha hecho junto con el compositor Remate, que pone música a la cinta, en la que también hace de actor.

Premiada en Fantasporto

La película recibió recientemente el premio al mejor director en el Festival de Fantasporto 2024, el Festival Internacional de Cine Fantástico de Oporto (Portugal).

Está protagonizada por Alba Galocha, que interpreta a Alma, quien se levanta cada día con la desagradable sensación de que algo extraño sucede mientras duerme.

Con la ayuda de una cámara de videovigilancia y terapia, descubrirá el misterio que rodea su vida.

La película, según ha contado su director, nace del “hastío” y “ciertas frustraciones” sufridos a la hora de enfrentarse a la producción de algún proyecto audiovisual en el que vio “mermada” su creatividad.

Reconectar con la esencia

Ante ello, consideró que había llegado el momento “de dar el salto” para “volver a reconectar con la esencia original y lo que sentía” cuando comenzó a dirigir cortos en los años noventa.

“No me imaginaba que con casi 50 años, iba a hacer algo así”, ha añadido López-Gallego (Madrid, 1973).

En “La sombra del tiburón” el cineasta hace casi de todo: dirige y produce la película, escribe su guión y se encarga del montaje.

Han sido, según ha relatado, dos años y medio de un proceso creativo, en el que el director se ha sentido “completamente responsable” del material.

En un proceso iniciado sin expectativas, con la idea de dejar en un cajón la obra si el resultado no era del gusto de su autor, López -Gallego ha recuperado la libertad creativa.

“Máxima” libertad creativa

El proceso ha sido “muy sanador” y “la libertad creativa ha sido máxima”, ha asegurado el cineasta.

Para López-Gallego, “el algoritmo” es el responsable de la falta de libertad creativa que, a su juicio, existe en determinadas producciones cinematográficas y series audiovisuales.

Hay “excepciones”, ha señalado en referencia a trabajos de autores como David Lynch y Martin Scorsese.

Sin embargo, “si bajas un poco a un terreno más cercano, la figura del director desaparece”.

Hoy necesitan “gente” que haga que las series “se puedan montar con un estilo”, en función de “un algoritmo”, según ha indicado

En la actualidad, se hacen muchos trabajos, pero todos “se parecen mucho” y encontrar algo diferente es “cada vez más difícil”, ha lamentado.

La música, “primordial”

En su película “La sombra del tiburón” la música es “primordial”, según ha valorado su responsable, el músico Remate.

El músico ha señalado que pese a haber trabajado con anterioridad con la directora Isabel Coixet y haberlo hecho también en bandas sonoras de series de televisión, se ha convertido “en un músico de cine” con López-Gallego.

Ambos trabajan en el próximo proyecto del cineasta, una película de ciencia-ficción.

El director afronta su producción de la misma forma que “La sombra del tiburón”.

“No tengo prisa. Me llevará años”, ha admitido el director madrileño.

Cine que haga pensar

Lo que el cineasta aprecia de una película, según ha confesado, es que le haga “pensar”, que se le quede “en la cabeza”.

Según ha dicho, es el mejor “cumplido” que le pueden hacer a un trabajo suyo, en un momento en el que se consume tanto audiovisual y se tiende a su rápido olvido.

López-Gallego ya estuvo en el festival Fant de Bilbao en 2014 y 2016 con sus obras “Open Grave” (2013) y “The holoww point” (2016), respectivamente.

Debutó en el largometraje con la premiada “Nómadas” (2001), considerada Mejor Película Extranjera en el Festival de Cine Independiente de Nueva York.

La también exitosa y premiada “El rey de la montaña” (2007) supuso su consagración como director.

López-Gallego dirigió después en Hollywood “Apollo 18” (2011) para The Weinsteim Company. EFE