Familiares de usuarios de residencias se concentraron en Vitoria en recuerdo de los residentes fallecidos. EFE/David Aguilar

La mortalidad en residencias vascas creció hasta un 34 % en 2020

Vitoria (EFE).- La tasa de mortalidad en las residencias de mayores de Euskadi creció en hasta un 34 % durante los primeros meses de la pandemia de coronavirus. Los picos más altos fueron en abril, agosto, septiembre y diciembre al coincidir con los diferentes momentos de rebrote de la covid-19.


Esta es una de las conclusiones del estudio “Mortalidad covid-19 en residencias para personas mayores 2020-2021” encargado por el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales. La titular de este área, Beatriz Artolazabal, lo ha presentado a petición de EH Bildu en comisión parlamentaria.

Desinfección de una residencia de Bizkaia tras registrarse varias muertes al inicio de la pandemia. EFE/Miguel Toña


Artolazabal ha explicado que el informe ratifica que durante la primera ola de contagios, a partir de marzo de 2020, la población más afectada fue la residencial.

Centros públicos y privados

No hubo distinciones en el caso de Euskadi entre centros privados y públicos en cuanto a la mortalidad por coronavirus.


El estudio refleja que casi la mitad de los usuarios de las residencias de mayores de Euskadi se contagiaron con covid-19 durante la primera ola de la pandemia.

Ese porcentaje que bajó hasta el 15,2 % en la segunda ola (julio de 2020) y se situó en un 6,1 % una vez que se administraron las vacunas a la población mayor de 65 años.


En el caso de las mujeres, durante la primera ola el 79,7 % de los contagios en mayores de 85 años afectaron a usuarias de residencias, mientras que en el de los hombres se reduce hasta el 60,6 %.

Estos porcentajes van bajando conforme avanzan los meses y aun más tras la vacunación.

Un 61 % más muertes en marzo y abril


El informe toma como referencia datos del Instituto Nacional de Estadística para recordar que entre marzo y abril de 2020 se produjo un aumento del 93,5 % de las muertes de mayores de 65 años en relación al mismo periodo de 2019. En Euskadi ese porcentaje fue menor, del 61,2 %.


En el ámbito residencial vasco el incremento de la tasa de mortalidad en 2020 alcanzó en los momentos más duros el 34 % con respecto al año anterior. Los picos más elevados se dieron en abril, agosto, septiembre y diciembre, cuando se produjeron los principales rebrotes de contagios.


No obstante, en el primer año de pandemia también hubo meses con tasas de mortalidad “normales” en estos centros e incluso por debajo de los niveles medios: de un -8,5 % en junio y de un -1,2 % en julio.

Usuarios dependientes, los más afectados


Las residencias más afectadas fueron las que contaban con una mayor proporción de usuarios con dependencia ya que el exceso de mortalidad en estos centros fue en 2020 del 35,3 %, frente al porcentaje del 31,9 % de los que tenían una población más autónoma.

La consejera Beatriz Artolazabal expone los datos del estudio. EFE/ Miguel Toña


Ya en 2021, al compararse con 2020, destacan también los datos de exceso de mortalidad en negativo de marzo (-28,4 %), abril (-40,6 %) y noviembre (-22,1 %).

De hecho, 2021 acaba con una mortalidad un 3,1 % inferior a la estimada entre la población dependiente residente, mientras que la sobremortalidad en los dependientes que residían en sus domicilios fue de un 17,8 % en 2021.

Rápida adaptación


En este sentido, la consejera ha subrayado que una de las principales conclusiones del informe es que aunque las residencias para personas mayores fueron las más afectadas por la pandemia en 2020 “su capacidad de adaptación a la misma fue mucho más rápida que la de la población dependiente que se mantiene en sus propios domicilios”.


“La pandemia llegó antes a las residencias que a los domicilios con personas dependientes, pero la reacción contra la covid-19 fue más rápida y eficaz en las residencias que en los domicilios”, ha asegurado.


Esta afirmación viene avalada además por el hecho de que las defunciones en los centros residenciales descienden tras la primera fase de la pandemia.

Entre marzo y junio de 2020 un 53,9 % de las muertes de mayores de 65 años es de usuarios de residencias, proporción que baja hasta el 39,7 % entre julio de 2020 y febrero de 2021 y a un 6,4 % entre marzo y septiembre de 2021.


En cuanto a la afección por territorios, se ratifica que hubo una vinculación directa entre los contagios en cada comarca y los que se produjeron en las residencias ubicadas en cada una de ellas. EFE

Edición web: Elena Puerta