
Harrie Smolders a lomos de ‘Monaco’ fue el último jinete en saltar a la arena y la presión en ese momento era máxima puesto que Irlanda -vigente campeón de la prueba- con un solo punto esperaba algún error del neerlandés.
“Creo que todos trabajamos duro, tuvimos la paciencia necesaria para aprovechar el momento y esa fue la clave”, explicó Smolders en rueda de prensa.
Uno de los atletas más en forma de la temporada Maikel van der Vleuten reconoció ante los medios que no tuvo problemas en aceptar la responsabilidad de competir el primero del equipo porque su única preocupación era “empezar con un cero para tener buenas sensaciones desde el principio”.
“No hay nada mejor que ganar un torneo con tu país”, admitió su compañero el holandés William Greve.
Los actuales campeones olímpicos, Suecia, con dos recorridos perfectos también tuvieron la victoria en su mano hasta que los dos últimos integrantes sumaron cuatro puntos y nueve puntos, respectivamente.
También fueron superados por Bélgica que logró mejores tiempos e igualó la puntuación sueca para arrebatarles la última plaza del podio.
El trazado propuesto para la gran final por el diseñador olímpico Santiago Varela fue muy exigente, sobre todo, en su segunda mitad, pues en el penúltimo obstáculo colocó un triple salto que complicó mucho a los jinetes.
Sorprendentes los fallos del número 1 mundial, el alemán Daniel Deusser, que finalizó con 11 puntos después que su caballo renunciara a una posta y tuviera otro derribo al final, más las penalizaciones por exceso del tiempo fijado de 77 segundos.
La clasificación final quedó de la siguiente manera: Países Bajos, Irlanda, Bélgica, Suecia, Alemania, Estados Unidos, Brasil y España.
El equipo español, después de un resultado histórico en la noche del viernes, acusó la exigencia del circuito y el punto de suerte que se necesita en este tipo de citas. EFE
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