El presidente de Chile, Gabriel Boric (c), junto a la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola (2d), y acompañados por distintas autoridades, habla durante una rueda prensa luego de conocer el fallo por las aguas transfronterizos del Silala, hoy, en Santiago (Chile). EFE/ Elvis González

Chile ve “sólido” el fallo de La Haya y Bolivia reconoce que aguas del Silala son un “curso internacional”

Santiago de Chile / La Paz (EFE).- El presidente chileno, Gabriel Boric, aseguró este jueves que el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya es “sólido”, “fundamentado” y “categórico” y que el máximo tribunal de las Naciones Unidas reconoció que el río Silala, que Chile comparte con Bolivia, es “internacional”.

“El fallo que hoy ha entregado la Corte Internacional de Justicia de La Haya ha sido categórico (…) Chile fue por certeza jurídica y la obtuvo”, reconoció el mandatario chileno en una declaración oficial desde el palacio La Moneda, sede de Gobierno.

“Nuestro país puede estar tranquilo con la sentencia de la corte. Hemos obtenido la certeza jurídica que fuimos a buscar y los temas en disputa han quedado resueltos de manera definitiva”, insistió.

Rodeado de los representantes de los otros poderes del Estado y de parlamentarios oficialistas y opositores, Boric explicó que durante el juicio celebrado el pasado abril “Bolivia fue poco a poco reconociendo las posiciones chilenas y allanándose a las mismas”.

El presidente de Chile, Gabriel Boric, junto a la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola (2d), y acompañados por distintas autoridades, habla durante una rueda prensa luego de conocer el fallo por las aguas transfronterizos del Silala, hoy, en Santiago (Chile). EFE/ Elvis González
El presidente de Chile, Gabriel Boric, junto a la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola (2d). EFE/ Elvis González

Entre esas posiciones que mencionó el mandatario, se encuentra el carácter internacional del río y el derecho que tienen ambos países a su “uso equitativo y racional”.

“Se reconoce que el uso que históricamente ha hecho Chile y el uso que actualmente está haciendo de las aguas de río Silala está conforme al uso equitativo y razonable que establece el derecho internacional”, apuntó Boric.

“Un vecino importante”

Chile demandó a Bolivia ante La Haya en 2016, luego de que el expresidente Evo Morales le acusó de “robar” y “desviar” las aguas del Silala, que nace en el Potosí boliviano y desemboca en el Loa, el más grande de Chile.

El caudal del Silala es relativamente pequeño, pero su ubicación en el árido desierto de Atacama lo convierte en un recurso hídrico clave para el desarrollo de Antofagasta, la región minera por excelencia del mayor productor de cobre del mundo.

Bolivia reaccionó en 2018 con tres contrademandas al considerar que las aguas eran originalmente unos manantiales nacidos en su territorio, pero que fueron canalizadas “artificialmente” gracias a unas obras hechas en la década de 1920 por una empresa de ferrocarriles anglo-chilena en el Potosí boliviano.

El presidente de Chile, Gabriel Boric, habla durante una rueda prensa luego de conocer el fallo por las aguas transfronterizos del Silala, hoy, en Santiago (Chile). EFE/ Elvis González
El presidente de Chile, Gabriel Boric, habla durante una rueda prensa luego de conocer el fallo por las aguas transfronterizos del Silala, hoy, en Santiago (Chile). EFE/ Elvis González

Según La Paz, esos trabajos aumentaron el caudal del recurso hídrico hacia la frontera entre un 11 % y un 33 %, por lo que Chile debería pagarle una “compensación”.

Boric indicó en ese sentido que La Haya subraya que “Chile no debe compensación alguna” y aseguró que la sentencia reconoce “la consistencia de la postura chilena en el tiempo, enarbolada por distintos gobiernos de distinto signo, pero que pone en alto la seriedad de nuestro país”.

El caso Silala es el último de una larga lista de roces entre ambos países, la mayoría de los cuales se remonta a la Guerra del Pacífico (1879-1884), cuando Bolivia perdió su salida al mar y cedió a Chile parte del desierto de Atacama, lo que le supuso la pérdida de 400 kilómetros de costa.

Silala: “Curso de agua internacional”

Por su parte, el Gobierno boliviano admitió este jueves que las aguas del Silala son manantiales que nacen en su territorio, pero también son un “curso internacional” que fluye hacia Chile con base en un estudio científico incluido en el proceso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, que no se pronunció sobre este aspecto.

En una conferencia de prensa tras conocerse la sentencia del tribunal internacional sobre la demanda interpuesta por Chile, el canciller boliviano, Rogelio Mayta, señaló que en la historia de Bolivia el considerar al Silala un manantial y no un agua de curso internacional “fue un mito” construido a fines de la década de 1990.

“¿Desde cuándo se consideró al Silala sólo un manantial? Porque es las dos cosas, es un manantial y a la vez es río. Las aguas surgen, emanan de manantiales que están en territorio boliviano, pero toman un curso y es hacia la frontera de Chile. O sea, son manantiales, pero también es un curso de agua internacional”, sostuvo.

Esto, indicó Mayta, quedó establecido en un estudio realizado por el instituto sin fines de lucro DHI, con sede en Dinamarca, contratado en su momento por Bolivia “para que haga una investigación” dentro del proceso tras la demanda chilena ante la CIJ.

“En esa circunstancia, en ese momento, después de prácticamente dos años de estudios determinaron que era un curso de agua internacional, vale decir, un río internacional. En la contestación a la demanda en 2018 se incluyó esa circunstancia, solamente que esto estaba restringido, no era de conocimiento público” hasta abril de este año, cuando Bolivia pidió a la CIJ levantar las restricciones sobre el proceso, manifestó.

Mayta enfatizó en que “el tribunal no se ha pronunciado sobre este punto” y que no hubo una resolución suya “que declare que el Silala es un río o un curso de agua internacional”, pero sí mencionó que “Bolivia presentó un estudio de esta naturaleza” y que “no hay nada más que hablar” al respecto.