Palma (EFE).- El rapero mallorquín Josep Miquel Arenas, más conocido como Valtònyc, huido en Bélgica de la justicia española desde hace cinco años, ha llegado este domingo a Mallorca, donde una treintena de personas le han brindado una calurosa acogida en el aeropuerto de Palma.
Valtònyc ha regresado a España tras haber prescrito la condena de tres años y medio de cárcel que la Audiencia Nacional le impuso por delitos como enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona, con lo que quedan sin efecto las órdenes de detención internacionales pendientes.
Poco antes de las 9:30 horas, Valtònyc ha podido ser abrazado en la zona de llegadas del aeropuerto por sus familiares en un recibimiento muy emocionado en el que varias personas llevaban claveles en sus manos y camisetas con el lema “les paraules volen soles” (las palabras vuelan solas).
También han exhibido una pancarta que decía “Benvingut a casa Valtònyc”, junto a alguna bandera estelada, mallorquina y republicana.

El rapero ha confiado en disfrutar ahora de su familia y amigos, y también de la gastronomía mallorquina porque en “Bélgica se come bien, pero no también” como en la isla.
Esta mañana está previsto un homenaje al cantante en el pueblo de Sineu, en la plaza del Fossar.
Juicio pendiente en Sevilla
El rapero tiene aún un juicio pendiente para el 21 de noviembre en la Audiencia de Sevilla en el que la Fiscalía le pide cinco años de cárcel por un delito de provocación para cometer un atentado y amenazas -que no habría prescrito- por gritar en un concierto expresiones como “poner una puta bomba al fiscal” o “pegadle un tiro a un guardia civil”.
Bélgica frenó la extradición
Valtònyc huyó a Bélgica en 2018 para evitar su ingreso en prisión, una vez el Tribunal Supremo declaró firme la sentencia de la Audiencia Nacional que le condenaba por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona, en las letras de sus canciones.
La justicia española intentó la extradición de Josep Miquel Arenas, pero los tribunales belgas la frenaron en dos ocasiones: en 2021, la rechazaron argumentando que las letras del rapero estaban amparadas por la libertad de expresión, una decisión que la Fiscalía recurrió para posibilitar su entrega por un delito de insultos comunes.
En 2022, el Tribunal de Apelación de Gante rechazó de nuevo la petición de la justicia española, al concluir que los insultos al rey no son delito en Bélgica.