El acusado de matar a su yerno durante el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Oviedo. EFE/J.L.Cereijido/Archivo.

El fiscal mantiene su petición de 22 años para el acusado de asesinar a su yerno

Oviedo (EFE).- El fiscal ha mantenido este jueves su petición de 22 años de prisión por un delito de asesinato para el acusado de matar de una treintena de cuchilladas a su yerno, del que su hija se había separado, para evitar que pasara el fin de semana con su nieto, en la localidad asturiana de Mieres en 2019.

En la última sesión del juicio que esta semana se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Oviedo ante un jurado popular, que ahora deberá comenzar a deliberar sobre su veredicto, el fiscal ha subrayado que el procesado, Juan Antonio F.R., de 72 años y autor confeso del crimen, cometió “una masacre y una carnicería” con “un machete tipo Rambo”.

El fiscal ha recalcado que el acusado realizó un “ataque brutal” el 12 de noviembre de 2019 cuando se aprovechó de la “confianza” que tenía su yerno, Luis Salazar, de 41 años, al abrirle la puerta de su domicilio y agredirle posteriormente “de forma sorpresiva” sin dejarle opción alguna de defensa.

Además, ha remarcado que el acusado dificultó la investigación al alegar defensa propia cuando las pruebas demuestran que en el escenario del crimen, la vivienda de la víctima, no hubo lucha ni forcejeo y mintió a los investigadores al no facilitar el cuchillo que nunca fue localizado.

Previamente, también en la última sesión, los médicos forenses han afirmado que el procesado tuvo que utilizar un cuchillo “tipo machete” para emplear “gran violencia y fuerza” para asestarle una treintena de puñaladas, tres de ellas “mortales de necesidad”.

Peticiones de 7 a 25 años de cárcel

Al finalizar el juicio, la Fiscalía y la acusación particular han decidido mantener sus peticiones de 22 y 25 años de cárcel, respectivamente.

La acusación particular ha pedido al jurado que aplique “la pena máxima” ya que, dada la edad del acusado, 72 años, calcula que “va a pasar 4 ó 7 años como máximo en la cárcel”, mientras los familiares de Luis Salazar sólo van a poder verle “en el cementerio”.

Por su parte, la defensa ha interesado una pena de 7 años de prisión por un delito de homicidio y, de forma alternativa, 12 años si se considera que el acusado cometió un delito de asesinato.

La defensa ha asegurado que si el acusado no hubiera confesado “no habría pruebas contra él” y ha negado que causara un mayor sufrimiento a la víctima, ya que “tras la primera, ya no hubo ninguna de las puñaladas que aumentara el dolor porque ya estaba muerto”.

El acusado pide perdón

En la primera sesión del juicio, el acusado dijo que había actuado en defensa propia durante una discusión en la que su yerno le cogió “en volandas” y le arrojó contra el fregadero, a lo que respondió cogiendo un cuchillo y clavándoselo en la barriga sin saber cuántas veces.

El acusado ha declarado, en el turno de última palabra, que está arrepentido de lo que ha hecho y ha pedido perdón por la pena que ha causado a los familiares.

El jurado recibirá mañana, viernes, el escrito con el objeto del veredicto que, ante la confesión del acusado sobre la autoría, se centrará sobre si hubo o no ensañamiento, alevosía y aumento deliberado del sufrimiento a la víctima. EFE