Imagen de archivo de la entrada a uno de los túneles de la Variante de Pajares. EFE/J.Casares.

ADIF y el Principado reconocen haber pecado de optimistas con el AVE

Madrid (EFE).- Las dificultades globales en el transporte y la energía han sido las causas del retraso en la llegada del AVE a Asturias que, llevados de “un exceso de optimismo”, había sido fijada para mayo, según ha reconocido este jueves la presidenta de ADIF María Luisa Domínguez.

Ahora se prevé que la finalización de las obras del túnel de Pajares esté lista en febrero, dando paso a las pruebas técnicas y de seguridad, lo que llevará a que en el próximo mes de abril sea factible aventurar un plazo para la culminación de la infraestructura.

El consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial asturiano, Alejandro Calvo, se ha reunido esta mañana en la sede del Ministerio de Transportes en Madrid con la presidenta de ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) para recibir explicaciones del retraso.

También él ha reconocido un exceso de optimismo, pero ha añadido que “hay una decepción y necesitamos una explicación”.

El pasado mes de junio el presidente del Principado de Asturias, el socialista Adrián Barbón, anunció que el túnel de Pajares, 25 kilómetros bajo la Cordillera Cantábrica, permitiría la llegada del AVE a Asturias, tras una inversión de más de 4.000 millones de euros, en mayo de 2023.

Barbón hizo el anuncio tras reunirse con la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez.

Pero ahora ha emergido un nuevo retraso en una obra de dimensiones colosales que ya acumula muchos otros, que lleva en marcha desde 2004 y que, según el dijo el propio Barbón, “constituyen una demanda histórica del pueblo asturiano”.

Más allá de los detalles técnicos en la mayor obra civil de la historia de España, la presidenta de ADIF ha apuntado al bloqueo del comercio internacional derivado de la pandemia, con los consiguientes retrasos en suministros y la posterior alza de materias primas, agravada con la Guerra de Ucrania, con las dificultades consiguientes para los contratistas, como las causas del retraso.

En cuanto a las pruebas de seguridad, ha concretado que “la autoprotección y evacuación es especialmente difícil en el túnel, que está seguido de otros también de gran longitud, con el resultado de 50 kilómetros de tramo”.

“Estamos trabajando con la operadora en todos los aspectos, incluso en los simulacros con maquinistas se está colaborando con el servicio de Protección Civil en Asturias”, ha explicado también, antes de señalar que este simulacro no tiene precedentes en nuestro país.

“La decepción no tiene que llevarnos a no ser razonables, esta es la mayor obra civil de la historia de nuestro país, es lógico asumir grandes niveles de incertidumbre”, ha explicado por su lado el consejero, que ha explicado que la puesta en servicio de la vía para febrero, cuando estaba prevista para diciembre, lo ha retrasado todo.

“Toca re-situar a la sociedad asturiana, seguramente nos tocará esperar unos meses, pero vamos a hacer todo lo posible para que sea cuanto antes”, ha prometido.

Por su lado, la presidenta de ADIF ha explicado que “la duración del viaje de tres horas entre Madrid y Oviedo sería con velocidades máximas y sin paradas, aunque su desarrollo real es función de factores que dependen de las operadoras”.

“La entrada en servicio de Pajares representa un salto en materia de seguridad sin precedentes en España, la vía estará mucho menos expuesta a inclemencias invernales y estará dotada de los sistemas más avanzados”, ha añadido. EFE