Oviedo, 3 abr (EFE).- El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, ha subrayado este lunes que la prioridad ahora, una vez atajada la oleada de incendios forestales, es “la reconstrucción de Asturias” y la recuperación de las zonas dañadas, con las que no se va a permitir que haya especulación.

Los montes quemados no podrán cambiar de uso, ni ser recalificados y tampoco destinados a albergar parques eólicos, ha dicho Barbón en una rueda de prensa tras firmar el decreto de convocatoria de las elecciones autonómicas, y que ha dedicado a analizar la situación provocada por la oleada de fuegos, en vez de realizar el tradicional balance de legislatura.

“Nadie va a tener beneficio de este atentado” porque, aunque lleve tiempo, “volverá a haber bosque donde había bosque”, ha garantizado Barbón, quien ha avanzado la puesta en marcha de un plan de choque para restaurar y recuperar las zonas afectadas por la peor oleada de incendios desde 2017, que ha arrasado unas 11.000 hectáreas, especialmente en la zona occidental.
EVALUACIÓN DE DAÑOS Y AYUDAS
Barbón, quien ha puesto en valor que no se hayan producido víctimas en un operativo en el que llegaron a participar más de 800 personas y en el que hubo cerca de 400 evacuados, ha apuntado que estos días se va a comenzar con el recuento de daños.
El jefe del Ejecutivo asturiano ha recordado la intención del Principado de solicitar la declaración de zona catastrófica, además de otras ayudas que pueda movilizar el Gobierno central.
A este respecto, ha apuntado que el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, visitará la zona más afectada el próximo sábado, y que ya ha apalabrado un encuentro de trabajo con la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, para hablar de los trabajos de reforestación.
Además, el Principado está ultimando un plan con ayudas directas que pretende que sean “un traje a medida” para ayudar a las personas y ayuntamientos afectados.
MEJORAR LA PREVENCIÓN Y LA PROTECCIÓN
Barbón ha insistido en que, ahora que parece que se están apagando “los últimos rescoldos”, “la prioridad es la reconstrucción de Asturias”.
El presidente del Principado ha afirmado que esta oleada, que según los investigadores tiene un origen intencionado, ha marcado “un antes y un después”, y por ello se va a paralizar la aprobación del Plan Forestal, que estaba a punto de salir a información pública.
El objetivo del Gobierno asturiano es sentar en la mesa a todos los agentes implicados, desde los bomberos, los vecinos y los alcaldes hasta los ecologistas, los ganaderos y agricultores, para tratar de llegar a un consenso desde el rigor para adoptar las medidas necesarias para mejorar la prevención y la gestión de los montes y también para dotar a los ayuntamientos de infraestructuras de protección.
Barbón ha asegurado que su Gobierno siempre hace autocrítica ante la “necesidad de mejora”, si bien ha recordado que la mitad de los montes son de propiedad privada y que el objetivo ahora debe ser “recalcular todas las medidas de prevención y protección”.
CÁRCEL PARA LOS CRIMINALES
El jefe del Ejecutivo asturiano ha insistido en que la oleada de incendios iniciada el pasado 23 de marzo y que llegó a sumar 135 focos simultáneos tiene un origen intencionado, según las pesquisas de los investigadores, que, ha dicho Barbón, han identificado a varias personas “presuntamente sospechosas”.
Para Barbón, los autores son unos “auténticos criminales” que han llevado “acciones organizadas”, como a su juicio demuestra que el Monte Naranco, en Oviedo, ardiera de madrugada al registrarse de pronto diez o doce focos simultáneos.
“Asturias no ha ardido, la han quemado” unos “terroristas medioambientales que han puesto en riesgo la vida de personas y los pueblos”, ha afirmado Barbón, quien ha vuelto a abogar por revisar el Código Penal para que “cualquiera que prenda fuego a un monte entre en la cárcel”.