Oviedo (EFE).- La primavera más calurosa y seca desde 1961 en Asturias dará paso a un verano cálido que tendrá las mismas probabilidades de ser húmedo, normal o seco en cuanto al nivel de precipitaciones.
Así lo ha apuntado este martes el delegado en Asturias de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Ángel J. Gómez Peláez, quien ha hecho balance de los meses primaverales y ha ofrecido un avance de la predicción para el verano.
“El clima en Asturias está cambiado en lo que respecta a las temperaturas, que en los últimos sesenta años han subido un grado y medio”, ha dicho sobre las consecuencia de la crisis climática, tras apuntar, no obstante, que “no se aprecian aún tendencias significativas” de cambio en cuanto a las precipitaciones.
El verano en Asturias tiene un 50 por ciento de probabilidades de ser cálido, un 30 por ciento de ser normal y un 20 por ciento de ser frío, mientras que existe el mismo escenario de probabilidad (33%) de que sea húmedo, normal o seco en cuanto a lluvias.
Las predicciones apuntan a que mañana, miércoles, y el jueves la situación mejorará -salvo en la Cordillera donde se esperan chubascos- y subirán las temperaturas, pero a partir del viernes llegará el mal tiempo, con precipitaciones significativas.
Para las próximas tres semanas, la Aemet prevé que las temperaturas sean más altas de lo normal y las precipitaciones normales para la época del año.
La primavera más cálida y seca desde 1961
La primavera ha sido la más cálida en Asturias desde 1961, con 1,7 grados por encima de lo normal, después de que marzo y abril fuesen muy cálidos (2,3 grados por encima de lo habitual) y mayo cálido (0,5 grados por encima de lo normal).
“Las temperaturas han sido casi todo el tiempo mayores de lo normal, excepto doce días de mayo”, ha precisado el delegado de la Aemet.
El valor máximo se registró el 3 de mayo en Amieva (32,7 grados), mientras que el mínimo fue de -9,9 grados el 2 de marzo en Leitariegos.
El Principado ha tenido también la primavera más seca desde 1961, tras un marzo y abril muy secos (con un 74 y 63 por ciento, respectivamente, menos de lluvias de lo normal) y un mayo seco (con un 27 por ciento menos).
El año hidrológico, la serie temporal de precipitación acumulada entre octubre y mayo, revela que en Asturias hay un déficit de lluvia del 29 por ciento para todo este periodo tras un otoño muy seco, un invierno normal y una primavera extremadamente seca
Marzo, abril y mayo, más soleados
Esta primavera ha sido más soleada de lo normal en la comunidad, según las estaciones de medición de Oviedo y el aeropuerto de Asturias.
La actividad tormentosa se concentró en mayo, especialmente el día 28, cuando se produjeron la mitad de todas las descargas de la estación. EFE