Vista de la fábrica de Cementos Tudela Veguín. EFE/ J. L. Cereijido/Archivo

Los economistas asturianos mejoran su confianza, pero aún persiste un ligero pesimismo

Oviedo (EFE).- Los economistas asturianos han mejorado en el último año su confianza sobre la evolución de la economía del Principado, pero su visión aún sigue siendo “ligeramente pesimista”, y advierten de que el precio de la energía, la situación de las infraestructuras y comunicaciones y la presión fiscal son los factores que condicionan la competitividad de la comunidad.

Así se recoge en el informe “Económetro 2023”, elaborado por el Colegio de Economistas de Asturias junto a la Universidad de Oviedo y el patrocinio de Caja Rural, en el que han participado 308 profesionales mediante una encuesta realizada entre el 1 de marzo y el 17 de abril.

El estudio muestra un Índice de Confianza de -12,99 puntos (en una escala de -100 a 100), lo que supone una mejora respecto al -25,59 de hace un año y un nivel similar al de hace dos años, con -12,43.

Además, refleja una clara mejoría respecto a los -43,79 puntos de 2020, un ejercicio que estuvo marcado por la paralización parcial de la economía a causa de la pandemia de la covid-19.

Pese a esta mejoría, el indicador aún se encuentra por debajo de los niveles prepandemia, ya que en 2019, último ejercicio previo a la crisis sanitaria, se registraron -6,96 puntos.

La encuesta refleja que las expectativas son optimistas cuando se refieren a su situación económica personal, puesto que el 57,8% sostiene que su situación es igual o mejor que hace doce meses.

En la misma línea de optimismo, dos de cada tres estima que dicha situación será igual o mejor dentro de un año, lo que denota que las consecuencias de la pandemia, la guerra de Ucrania y el aumento de la inflación “no se han hecho notar especialmente” en su situación.

Un mayor pesimismo sobre la evolución económica

En cambio, no son igual de optimistas respecto a la situación económica de Asturias, puesto que el 63,7% afirma que ha empeorado respecto a hace un año, mientras que el 54,5% cree que empeorará a lo largo del próximo.

“Hay más pesimismo respecto a la evolución de la economía asturiana que a la situación particular de los profesionales”, ha señalado en la rueda de prensa de presentación del documento el presidente del Colegio de Economistas de Asturias, Abel Fernández.

La expectativa de ahorro en el hogar para el próximo año mejora respecto a 2022, dado que casi uno de cada dos economistas asturianos está de acuerdo con que será posible el ahorro en su hogar, y también hay mejoras en relación al desempleo, puesto que se ha reducido el porcentaje de quienes creen que el paro aumentará en 2023.

Factores que lastran la competitividad

En cuanto a los factores que condicionan la competitividad de la economía asturiana, el 65,9% continúa apuntando que el precio de la energía es uno de ellos, además de la situación de las infraestructuras y comunicaciones y las diferencias que existen en presión fiscal en las distintas comunidades.

En esta edición, los encuestados han sido preguntados sobre las medidas de política económica para combatir la inflación y los resultados indican que no existe consenso sobre cuál es la más eficaz para contener la subida de los precios.

El 22,1% señala la disminución de las cargas fiscales de las empresas, seguido de incrementar la competencia en el sector energético (18,2%), impulsar un pacto de rentas (17,9%), continuar con política monetaria restrictiva (14,2%) y bajar impuestos indirectos a productos de consumo básico (12,3%).

En cuanto a las previsiones de la política monetaria del Banco Central Europeo, el 46,4% considera que este organismo aprobará nuevas subidas puntuales de tipos, aunque más moderadas que las de los últimos meses, si bien un 30,8% opina que seguirá subiéndolos al mismo ritmo que el último año.

Fondos europeos dirigidos a las pymes

Casi la mitad opina que es probable que las inversiones energéticas previstas en la comunidad constituyan el revulsivo que necesita el sector industrial para que recupere su tradicional peso en la actividad económica y el empleo de la región.

En relación a los objetivos prioritarios de inversión con cargo a los fondos europeos de recuperación, tres de cada cuatro establece que debe ser el apoyo a la recuperación del tejido empresarial asturiano, en especial a las pymes.

Por último, el informe apunta que el 62,7% de los participantes opina que no es probable que los consumidores asturianos estén dispuestos a pagar precios más elevados a cambio de consumir productos elaborados bajo estándares de sostenibilidad ambiental.

El coordinador del informe, Santiago Álvarez, ha señalado que los datos reflejan que hay una “confianza mayor” en que la evolución de la economía, “va a ser mejor en el futuro” que lo que fue en el año anterior, si bien las cifras están lejos de las registradas en 2019. EFE