Gijón (EFE).- La escritora Marta Sanz (Madrid, 1967) ha afirmado este martes que escribió la novela “Persianas metálicas bajan de golpe” como “un ejercicio de resistencia” de la literatura frente a las nuevas tecnologías, convencida de que “el poder de la palabra puede imponerse a la inteligencia artificial”.
La novela, que difícilmente puede encuadrarse en la ciencia ficción aunque tiene elementos de ese género, es “una distopía satírica” con toques de humor que advierte del riesgo de que el lenguaje de las redes sociales y los algoritmos asuman el control aabsoluto de la vida cotidiana de la gente, ha explicado la autora en un encuentro con la prensa en la Semana Negra de Gijón.
Escrita durante la etapa de confinamiento por la pandemia de coronavirus, cuando las persianas metálicas bajaron de golpe y las calles quedaron vacías, la última novela de Sanz intenta “contrarrestar el pensamiento positivo” imperante según el cual “al recuperar la normalidad íbamos a ser mejores personas y viviríamos con más seguridad y comodidades”.
“Ese discurso fue una falacia aunque mucha gente lo creyó porque el punto de partida de los vulnerables no es el mismo que el de los poderos”, ha reflexionado.
Sanz ha considerado que “Las persianas metálicas bajan de golpe” es también una “ópera bufa” con ritmo de “comedia musical” que le sirvió para “hablar de las grietas del presente”, caracterizado por un sistema de comunicación que reduce la capacidad de discernimiento y comprensión de las personas.
Las tecnologías y su “lado oscuro”
“Las nuevas tecnologías tienen muchas cosas buenas, pero tienen otras que son malísimas; tienen un lado oscuro, cutre, rancio, y de ninguna manera son universales y democráticas como nos quieren hacer creer”, ha advertido.
La novela define un mundo futuro en una ciudad imaginaria denominada Land in Blue en el que tres mujeres que pierden paulatinamente sus facultades mentales y físicas son controladas por drones que terminan enamorándose de ellas.
Una metáfora en la cual mientras las mujeres se deshumanizan los drones se humanizan, lo que advierte del riesgo de que el algoritmo termine asumiendo el poder total sobre la sociedad.
La escritora ha dicho que se está presentando a la inteligencia artificial como si fuera el Oráculo de Delfos y lo que estamos viendo es que este Oráculo “dice un montón de chorradas”.
La comunicación breve y visual de las nuevas tecnologías están produciendo un “adelgazamiento de la capacidad de discernimiento y la perdida de la capacidad de empatía y del sentido del humor, mientras que el lenguaje literario es todo lo contrario”, ha indicado.
Sanz ha precisado que aunque parezca un relato pesimista no lo es, porque tiene confianza en que “el poder de la palabra y de la literatura pueda imponerse” a la tecnología del algoritmo, que no es un ente abstracto sino “un hombre blanco y poderoso que vive en Estados Unidos”. EFE