Oviedo (EFE).- El candidato socialista a la presidencia del Principado, Adrián Barbón, ha sido este miércoles reelegido para dirigir el Ejecutivo asturiano durante los próximos cuatro años con el apoyo de IU y, finalmente, de Podemos, cuyo voto era necesario para que lo consiguiese con mayoría absoluta y en primera votación.
En una Cámara conformada por 45 diputados, Barbón ha obtenido el respaldo de los 19 del Grupo Socialista, de los tres ya comprometidos por IU-Convocatoria por Asturias y el de la única diputada de Podemos, Covadonga Tomé, que hasta hoy mismo mantuvo la incógnita.
Con un reglamento que sólo permite apoyar o abstenerse al votar la investidura del presidente, si la diputada morada no hubiese respaldado al candidato socialista, la reelección de Barbón se hubiera visto retrasada hasta el próximo viernes, en una segunda votación en la que solo hubiese necesitado mayoría simple para conseguirlo.
Tomé, enfrentada a la dirección regional y nacional de la formación morada, venía condicionando su apoyo a Barbón a la conformación de un gobierno tripartito de socialistas, IU y Podemos, algo en lo que el presidente en funciones no ha dado su brazo a torcer.
El sí supeditado de Podemos
La diputada morada ha justificado su apoyo en la necesidad de evitar que “el PP cante victoria por haber roto la mayoría progresista” y para evitar que Barbón pudiese utilizar su abstención “como excusa para justificar que está obligado a entenderse con la derecha”.
Tomé había supeditado además su voto a una consulta convocada por ella misma entre militantes de Podemos al margen de otra realizada la semana pasada por la dirección autonómica -con la que mantiene un enfrentamiento desde hace meses- y cuyo resultado también fue favorable a la investidura de Barbón.
Al igual que en las últimas semanas, la diputada morada ha vuelto hoy a reclamar un gobierno tripartito de progreso, si bien Barbón ha sido “muy claro” al asegurar que la situación interna que vive Podemos no puede aportar estabilidad al futuro Ejecutivo autonómico.
Negociación para un gobierno de coalición
Al margen de la investidura, PSOE e IU-Convocatoria por Asturias mantienen abiertas unas negociaciones en torno a la formación de un gobierno de coalición que Barbón pretende que tome posesión el 1 de agosto.
En su discurso de investidura, Barbón ha planteado una Asturias “a salvo de la involución política” y ha defendido que el entendimiento que busca con IU-Convocatoria por Asturias para conformar un “gobierno fuerte, estable y de progreso” sea compatible con una “permanente disposición al diálogo” con otros grupos parlamentarios.
A este respecto, el portavoz de IU-Convocatoria por Asturias, Ovidio Zapico, ha urgido a Barbón a culminar cuanto antes la negociación para conformar un Ejecutivo “que no sea solo de unidad progresista, sino también reformista”, término que ha asumido Barbón antes de dar un “sí quiero” a este “matrimonio de conveniencia”.
La estabilidad y la certidumbre es lo que reclaman los ciudadanos y los empresarios para esa legislatura, ha afirmado Barbón, que ha reconocido que este acuerdo lo puede dar, mientras que Zapico ha incidido en que IU no es un peligro ni para la Constitución ni para la convivencia.
Asturias, una isla de izquierdas
El portavoz popular, Diego Canga, que hace dos semanas renunció a optar a la investidura por no contar con los apoyos necesarios para sacarla adelante, ha pedido de nuevo a Barbón que no pacte con IU y evite que Asturias sea “una isla de izquierdas dentro de un país que ha virado hacia el centro derecha”.
“Tiene dos opciones: escorarse hacia la izquierda o aprovechar los puentes que le tiende el PP, que creo que quiere la mayoría de Asturias”, ha señalado el candidato popular tras plantear “una oferta de pactos sincera” en materia demográfica, empleo, atención a los mayores, sanidad y reducción de la burocracia.
Ha incidido en que no entiende su compromiso con IU, porque la aritmética le da para gobernar en solitario, antes de admitir que el PP está lejos del PSOE, pero “muy lejos” de la coalición por lo que un gobierno de coalición dificultará la posibilidad de llegar a acuerdos.
Disposición al diálogo
“Hay que llegar a puntos de acuerdo que sirvan para todos, grandes acuerdos de Estado que queden grabados sobre piedra”, ha planteado Barbón, que ha asegurado que el hecho de que haya un gobierno de unidad progresista y reformista “no desautoriza el entendimiento con el PP”.
Barbón ha reconocido que le ha gustado el tono del portavoz popular pero también ha mostrado “serias dudas” de que la oferta lanzada para gobernar con pactos presupuestarios hubiese tenido recorrido alguno ya que en los últimos cuatro años el PP votó en contra de todas las cuentas autonómicas.
Ha admitido que le hubiese gustado gobernar en solitario, pero que el problema no radica en garantizar su investidura hoy como presidente, sino en dar estabilidad a un gobierno para los próximos cuatro años en los que pretende consolidar a Asturias a la vanguardia de la economía verde, hacer del medio rural el protagonista del cambio, mejorar el estado del bienestar, defender la igualdad y el orgullo de identidad.
Blanquear a Vox
El presidente ha reiterado que mantendrá su posición de no blanquear políticamente a Vox y de continuar con contactos cero con la extrema derecha, a cuya portavoz, Carolina López, ha planteado que si quiere ser coherente en sus críticas con las ayudas públicas, devuelva las que recibe su grupo parlamentario.
Ésta, por su parte, ha advertido de que Vox, tercera fuerza parlamentaria, “ha llegado para quedarse” y ha acusado a Barbón de “despreciar a sus 50.000 votantes por haber excluido a la formación de cualquier negociación a pesar de ser un partido que “defiende la democracia, la unidad de España y la igualdad real de todas las personas”. EFE