Oviedo (EFE).- El cantante ovetense Melendi ha sido nombrado este viernes hijo adoptivo de la ciudad, mientras que la filósofa madrileña Amelia Valcárcel ha sido distinguida con el título de hija adoptiva de la capital asturiana.
El pleno del Ayuntamiento de Oviedo también ha nombrado hijos adoptivos a los artistas Manuel García Linares y Eduardo Úrculo, al presidente de la Asociación Día de Galicia en Asturias, Manuel Fernández Quevedo, y al periodista Evaristo Arce.
Melendi, cuya distinción ha sido aprobada con los votos a favor de PP, PSOE e IU y la abstención de Vox, ha sido nombrado hijo predilecto por llevar el nombre de Oviedo por todos los rincones del mundo por los que ha llevado su música.
Con numerosos premios a sus espaldas y catorce discos de platino, Melendi siempre ha presumido de ser ovetense y además es “seguidor confeso y acérrimo” del Real Oviedo.
De hecho, según recuerda el acta de la Comisión de Honores y Distinciones, en 2006 compuso el tema “Volveremos”, que se ha convertido en el “himno oficioso” del club.
La filósofa Amelia Valcárcel, con la abstención de PSOE e IU, ha sido distinguida con el título de hija adoptiva por su “notable currículo profesional y académico”, y una trayectoria en la que ha sido consejera de Cultura del Principado, miembro del Consejo de Estado y presidenta de la Asociación Española de Filosofía María Zambrano.
Se trata de “una de las figuras esenciales del pensamiento español del siglo XX, de una altura intelectual sin parangón, reivindicadora del derecho a ser políticamente incorrecta”, según el acta, que destaca su gran contribución al movimiento feminista.
También se ha ensalzado como “una mujer valiente para exponer sus puntos de vista, por atrevidos que sea”, y como una persona con “las ideas muy claras, sustentadas en el buen conocimiento y uso de la filosofía”.
De Manuel Linares, “una persona querida y valorada”, se ha puesto en valor su obra escultórica, en la que figuran “La Lechera”, en la Plaza de Trascorrales; “¡Adiós, Cordera!l”, en el Parque de San Francisco, o la figura del exalcalde Luis Riera Posada junto a la Basílica de San Juan.
“Tras seis décadas de prolífica creación artística” del pintor y escultor, Linares (Navelgas, Tineo, 1943) “se ha convertido en un personaje imprescindible en la vida cultural” ovetense.
El también artista Eduardo Úrculo (Santurce, 1938-Madrid, 2003) ha sido igualmente nombrado hijo adoptivo, a título póstumo, por ser “un pintor universal” y un escultor que ha dejado obras emblemáticas como el “Culis Monumentalibus”, frente al Teatro Campoamor, o “El regreso de Williams B. Arrensberg”, en la plaza Porlier.
A Úrculo se le ha ensalzado como un artista “todoterreno” que pasó de la figuración a la abstracción, para regresar de nuevo a las formas, pasando por un realismo pop.
Por último, han sido distinguidos Manuel Fernández Quevedo como “un gallego que se ha erigido en verdadero embajador de la ciudad”, promotor de “múltiples y variadas actividades de gran calado”, y al periodista Evaristo Arce, “un periodista de raza, amante de la cultura”, y un “trabajador, inteligente, eficaz y responsable”. EFE