Imagen de archivo de la nueva planta de separación de basura bruta puesta en marcha por Cogersa. EFE/Paco Paredes

Asturias llegará al 55 % de reciclaje con la planta de separación más moderna del país

Serín (Gijón) (EFE).- La nueva planta de separación de basura bruta (bolsa negra) puesta en marcha por el Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos en Asturias (Cogersa) en el vertedero de Serín (Gijón), la más moderna de España, permitirá duplicar el nivel de reciclaje actual y alcanzar el objetivo del 55 por ciento marcado para 2025.

La planta, que tras dos años de obras inició la fase de pruebas en septiembre y que desde principios de este año se encuentra ya plenamente operativa, ha sido inaugurada este viernes por el presidente del Principado, Adrián Barbón, que ha recorrido la planta que en esta primera fase de explotación da empleo a casi 70 personas.

La planta de tratamiento de fracción resto, que ha supuesto una inversión de más de 62,5 millones de euros, recibirá al año unas 350.000 toneladas de basura de todos los ayuntamientos del Principado que serán transportadas hasta el vertedero por unos 30.000 camiones al año.

81.000 metros cuadrados en 5 naves

La cifra supone la mayor parte de las 450.000 toneladas que anualmente recibe el vertedero central de todos los ayuntamientos, ya que sólo 107.000 llegan con restos separados de los contenedores amarillos (envases), vidrio (verde) y papel (azul), el 24 por ciento del total en 2023.

Las nuevas instalaciones que ocupan 81.000 metros cuadrados en cinco naves, permitirán sumar a esas 107.000 toneladas otras 80.000 más, así como 40.000 toneladas de material biostabilizado utilizado por ejemplo para relleno detaludes.

La planta permitirá recuperar también otras 160.000 de combustible sólido recuperado (CSR) para su incineración o valoración química mientras que otras 85.000 irán al vertedero.

Con estas cifras, el reciclaje alcanzará el 50 por ciento de los residuos municipales una vez esté a pleno rendimiento en unos meses -actualmente está al 60 o 70 por ciento de su capacidad-, porcentaje al que se suma otro cinco por ciento de la basura que llega a través de otros canales con lo que será posible alcanzar el objetivo del 55 por ciento que la ley dice que hay que alcanzar el próximo año.

Alto nivel de automatización

Según la presidenta de Cogersa y consejera de Transición Ecológica, Nieves Roqueñí, se trata de la planta más moderna del país por el “elevado nivel de automatizacion, robustez y capacidad de recuperación”, que permitirá alcanzar en 2025 el 55 por ciento de reciclaje de los residuos municipales”.

No obstante, ha advertido de que la entrada en funcionamiento no debe desmotivar el reciclaje en el hogar porque “es intensiva en costes energéticos y de explotación”, algo en lo que también ha incidido el presidente del Principado, que ha recordado que los ayuntamientos no pagan por la basura que llega separada a Serín y que a más reciclaje, menos se pagará por la tasa de basuras.

El Plan Estratégico de Residuos del Principado (PERPA), aprobado en abril de 2018, fijaba como principal inversión a ejecutar la construcción de esta planta para la valorización de la fracción mezclada de los residuos municipales y de los residuos industriales no peligrosos y desechaba la incineradora para el tratamiento de los residuos de la comunidad.

No obstante, la polémica se ha sucedido en los últimos meses con las 150.000 toneladas de combustible sólido recuperado que anualmente va a producir esta nueva instalación y al que el Gobierno pretende dar salida en parte a través de la térmica de La Pereda.

La térmica de Hunosa ya recibió en noviembre la autorización para su transformación y adaptación como central de biomasa en la que el 10 por ciento del cobustible que usará será CSR que la nueva planta empaqueta en balas de entre 700 y 900 kilos de peso.

Subida de tarifas

La entrada en funcionamiento de esta planta y el incremento de costes que supone llevó también al consorcio a aprobar el pasado noviembre una subida de más del 43 por ciento en la tasa que cobra a los ayuntamientos y que se repercutirá a los ciudadanos a partir de 2025.

Este incremento supone pasar de los 67 euros que actualmente pagan los municipios por la retirada de cada tonelada de basura que llega al vertedero de Serín sin separar (bolsa negra) a los 96 euros.

El precio de tratamiento de la fracción resto se ha calculado para cubrir el incremento de los costes derivado de la entrada en funcionamiento de la nueva planta de clasificación, en la cual se van a procesar las 340.000 toneladas de residuos mezclados que hasta ahora se depositaban directamente en el vertedero.

En las instalaciones de Serín, en 2022 se trataron algo más de 860.000 toneladas: un 57,5% residuos municipales, un 20% residuos de construcción y demolición, un 12,7% residuos industriales y un 9,8% lodos de depuradoras. EFE