El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, en el acto institucional motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. EFE/ J.L.Cereijido.

Barbón: Asturias estará a la vanguardia en la lucha contra la prostitución

Oviedo (EFE).- El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, ha asegurado este viernes que, “como en tantas otras conquistas en el camino de la igualdad, el Principado va a estar a la vanguardia de España en la lucha contra la prostitución, ese negocio sórdido y próspero basado en la explotación de las mujeres”.

En su intervención en el acto institucional que se celebra hoy en Nava con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, Barbón ha destacado la iniciativa de la Dirección de Igualdad para desarrollar en 2023 una estrategia contra la trata y la prostitución.

“Sé que hablo de un imposible jurídico, pero también de una aspiración política: ojalá Asturias sea la primera comunidad autónoma en erradicarlas”, ha subrayado el jefe del Ejecutivo asturiano sobre la trata y la prostitución en una de las muchas acciones convocadas por toda la geografía asturiana para concienciar a la ciudadanía contra el machismo, en especial el “invisible, la violencia simbólica sobre las mujeres”, según ha resaltado Barbón.

El machismo que también mata sin palo ni piedra

Este machismo que “también mata sin palo ni piedra”, ha recalcado el presidente, que ha reclamado a la ciudadanía que también rechace que haya mujeres “sin amistades, sin libertad de vestirse, silenciadas a la fuerza, mujeres violadas en nombre del amor”.

“Para que se las vea y se las oiga, para gritar por y con ellas, estamos hoy aquí, en Nava”, ha expresado Barbón, que ha afeado la actitud de muchas personas que no contemplan como violencia la simbólica.

En este sentido, ha indicado que “hay una parte de la ciudadanía que aún no ha asimilado que la lucha por la igualdad abarca un frente amplísimo” y ha apuntado que la obligación de quienes ejercen alguna responsabilidad pública es la de defender la igualdad plena entre hombres y mujeres, ya que, a su juicio “es indispensable para construir la mejor Asturias”.

“Para acabar con la violencia invisible hacen falta, al menos, asumir que existe; aceptar que muchas veces la practicamos o soportamos sin darnos cuenta, porque la hemos interiorizado y banalizado, y reconocer, hasta el horror, el daño que causa”, ha señalado Barbón, que ha apuntado que esta violencia se “embosca en lo cotidiano, se mimetiza con la costumbre y se camufla en el amor”.

El presidente ha asegurado que “queda muchísimo por hacer”, ya que “en la supresión de la violencia simbólica la tarea es inmensa” y ha precisado que la ciudadanía debe ponerla en el mismo listón que la violencia física, y tratarla igualmente de “brutal”.

El machismo se infiltra en las redes sociales

En su intervención, Barbón ha puesto el foco en las redes sociales y la pornografía, dos prácticas que no son ajenas a la juventud, ha apuntado Barbón, para advertir de que “si las tecnologías de la comunicación han propiciado una nueva estructura social, incluso el desarrollo de lo que se ha venido a llamar el capitalismo de la vigilancia, es obvio que la persona que decide o limita su uso es quien detenta el poder”.

En este sentido, ha indicado que “las tecnologías de la información no son generadoras en sí de un nuevo machismo; es el machismo el que se infiltra en las redes sociales” y ha lamentado que “la consecuencia desoladora es que la mujer que no está libre y segura en línea (on line), tampoco lo está en la vida real”.

“Es imposible trazar una línea divisoria entre el ciberacoso y la violencia machista que golpea y mata, porque sería una frontera falsa”, ha afirmado el presidente.

Sobre su crítica a la pornografía, ha remarcado que “no tiene nada de mojigato” ni tiene que ver con “un aliento censor empeñado en manejar el lápiz rojo de la represión, sino la voluntad de advertir que una narrativa violenta, basada de forma abrumadora en la entrega incondicional de la mujer a la satisfacción inmediata del hombre, no puede convertirse en la gran academia sexual del siglo XXI”. EFE