La viruela del mono es una enfermedad vírica que, durante décadas, se manifestó casi exclusivamente en África occidental y central. En mayo de 2022 aparecieron varios brotes en diferentes puntos del planeta y, lo que hasta ese momento era una enfermedad endémica de algunos países africanos, se convirtió en julio en una emergencia sanitaria internacional.
Se manifiesta, generalmente, con fiebre, erupciones cutáneas, fatiga y dolores musculares. No hay un tratamiento específico y los síntomas desaparecen a menudo solos sin necesidad de tratamiento a las dos o tres semanas.
¿Qué es la viruela del mono y cómo se transmite?
Se trata de una enfermedad zoonótica viral. Esto significa que puede transmitirse de animales a humanos.
Sin embargo, también se transmite de persona a persona.
En el primer caso, la afección se puede propagar al entrar en contacto con un animal infectado, generalmente roedores o primates. Hay que evitar interactuar con ellos sin llevar protección, especialmente si están muertos o enfermos y cocer los alimentos que contengan carne o partes de estos animales en aquellos países donde esta enfermedad es endémica.
En el segundo caso, se puede contraer la afección al entrar en contacto con una persona que tiene síntomas. Erupciones, gotas respiratorias, fluidos o costras son especialmente contagiosos. De la misma forma, el contacto con objetos que hayan estado en contacto con la persona infectada pueden ser un foco de infección. El virus puede transmitirse también de una mujer embarazada al feto a través de la placenta.
Sin ser una infección de transmisión sexual, el virus ha encontrado en las relaciones sexuales su principal mecanismo de transmisión, sobre todo entre hombres del mismo sexo.
¿Cómo reconocerla?
Los síntomas pueden ser variados. Generalmente cursa fiebre, dolores de cabeza y musculares, erupciones y lesiones en la piel, inflamación de ganglios, escalofríos o agotamiento.
Es más contagiosa cuando el paciente tiene las lesiones activas y no hay contagio cuando las lesiones han cicatrizado o desaparecido, ni antes de que aparezcan.
Generalmente, cursa fiebre, dolores de cabeza y musculares, erupciones y lesiones en la piel.
Suele durar de dos a cuatro semanas con una recuperación completa, aunque las personas autodeprimidas pueden sufrir complicaciones. Según un estudio de la enfermedad en España publicado en la revista científica The Lancet, el 40% de pacientes con viruela del mono sufren complicaciones que van más allá de las comunes lesiones en la piel. Afecciones en garganta y zona genital son otras consecuencias de esta enfermedad que requieren tratamiento médico.
Es importante que el enfermo se aísle y use mascarilla.
Datos de la viruela del mono a día de hoy
A 13 de septiembre, los casos globales de viruela del mono superan los 58.000, con 22 muertos, según las estadísticas que actualiza periódicamente la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sitúan a EEUU como el país con más casos registrados (21.985).
Nuestro país sigue a la cabeza de Europa en cuanto al número de casos. El Ministerio de Sanidad eleva la cifra total a 6.947, con una edad que oscila entre 7 meses y 88 años, según los datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE).
Tras España, Francia está a la cabeza (3.785), junto a Alemania (3.533) y Reino Unido (3.345).
Fuera del continente europeo, en Estados Unidos se superan ya los 21.000 infectados y en Brasil los 6.000.
Vacunación
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) recomendó el pasado 19 de agosto el uso intradémico (debajo de la capa superior de la piel) de la vacuna Imvanex contra la viruela del mono, en lugar de como inyección subcutánea (debajo de la piel). El objetivo es usar una dosis más pequeña y vacunar así a más personas.
Esta recomendación es una “medida temporal para proteger a las personas en riesgo durante el brote actual de viruela del mono mientras el suministro de la vacuna siga siendo limitado”.
La Comisión de Salud Pública aprobó el 22 de agosto la administración por vía intradérmica de la vacuna de la viruela del mono, que permitirá quintuplicar las dosis actuales, excepto para embarazadas e inmunodeprimidos, a los que se les seguirá poniendo subcutáneamente la cantidad normal.
Así, a partir de ahora, a los mayores de 18 años se les inyectará una dosis de 0,1 ml intradérmica (tanto en preexposicion como en posexposicion), con la excepción de mujeres embarazadas e inmunodeprimidos, que seguirán recibiendo 0,5 ml por vía subcutánea.
La pauta completa de Imvanex consta de dos pinchazos separados por 28 días, aunque la falta de medicamentos obligaba a poner solo una; la nueva estrategia permitiría poner también los dos, según indicó la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
Edición web: Nuria Santesteban
