Estación de Llodio donde falleció una mujer arrollada por el tren. EFE/l.Rico

Víctimas de arrollamientos de tren piden medidas para evitar más muertes

Naiale Urkijo


Llodio (Álava) (EFE).- Víctimas de arrollamientos de tren piden medidas para evitar más muertes en España donde han fallecido a 146 personas en 10 años por este tipo de siniestros.

La hija de Gonzalo Faustmann murió en 2016 al ser arrollada por un tren cuando cruzaba entre andenes de la estación de Llodio (Álava).

Seis años después, la madre de Raúl Fuentes murió de la misma manera a 4 kilómetros, en otro apeadero de Llodio.

Pocas cosas han cambiado: ambos han sumado a la pérdida de un ser querido el “dolor” por el “silencio” de Renfe y Adif . “Qué menos que dar el pésame”, se lamenta Faustmann, que creó la Asociación de Víctimas de Arrollamientos Ferroviarios (AVAF) tras la muerte de su hija Irune.

Surgió “ante la falta de apoyo para ayudar a los familiares de víctimas” y para que se mejoren las medidas de seguridad y evitar más atropellos.

Piden el soterramiento de los cerca de 400 pasos entre andenes que existen en España y, mientras tanto semáforos, barreras o se recupere la figura del jefe de estación.

“Actualmente hay un montón de pasos entre andenes y toda la seguridad que tienen es una señal que en la que pone ‘peligro’. Nos parece del todo insuficiente”, explica a EFE Faustmann. Alerta además de la presencia en “muchísimos” lugares de los llamados “pasos viciados”, es decir, caminos de tierra que acaban en la vía.

“Se usan muy habitualmente porque en muchos sitios para ir de un punto a otro habría que dar una vuelta por ejemplo de 200 metros. Está mal pero la gente usa el paso viciado”, por lo que hay que “poner alguna medida” como muros.

Gonzalo Faustmann y Raúl Fuentes explican los casos de las víctimas de arrollamientos de tren. EFE/L. Rico

11 muertes por arrollamiento en 2021

En 2021, 15 personas murieron en España en accidentes ferroviarios. De ellas 11 fueron arrolladas por trenes. Hubo además 19 heridos graves, de los cuales 14 lo fueron en arrollamientos.

A pesar de estas cifras, el Ministerio no califica los arrollamientos como “accidentes graves”, sino como accidentes “a secas”. Por ello sus víctimas no tienen “derecho a ninguna asistencia y la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) tampoco tiene obligación de investigar”.

El presidente de esta asociación de víctimas de arrollamientos de tren no entiende que no se catalogue como accidente grave un siniestro que en los últimos diez años ha dejado en España 146 muertos. AVAF trabaja también para apoyar a estas víctimas, ya que en la actualidad no hay ningún protocolo para asistirlas.

Sí existe un decreto de 2014 que regula la “asistencia a las víctimas de accidentes ferroviarios y sus familiares”. Lo malo es que se pero se centra en los siniestros en los que los damnificados viajaban en tren. Es el caso del descarrilamiento de Alvia en Santiago de Compostela de 2013, que dejó 79 fallecidos.

Si la consideración de los arrollamientos se elevara a la categoría de “accidente grave” las víctimas podrían entonces recibir una asistencia más competa.

Viajeros cruzan las vías entre andenes en Llodio. EFE/L.Rico

“Se responsabiliza a la víctima del arrollamiento”

Faustmann critica además que Adif y Renfe “siempre responsabilizan a la víctima” del arrollamiento. Así ocurrió en el caso de su hija. En la documentación que Adif envío en 2017 al Senado consta como conclusión del accidente: “cruza paso entre andenes sin percatarse del tren”.

Lo ocurrido fue más complejo, explica su padre. La estación de Areta tiene “doble curva”. Irune, de 19 años, se bajó de un tren de Cercanías, que al alejarse “impedía la visibilidad del tren de mercancías que se acercaba y según todos los testigos nadie escuchó por megafonía que iba a pasar un tren sin parada”.

La joven, cuya familia recogió cerca de 300.000 firmas para pedir más seguridad, fue arrollada y murió cuando atravesaba el paso entre andenes, el único existente. Desde abril de 2019 esta estación cuenta con un paso subterráneo para pasar de un andén a otro.

A menos de 4 kilómetros de donde falleció Irune, el pasado 13 de diciembre murió Rosa, la madre de Raúl Fuentes, también arrollada por un tren, en este caso un Cercanías en pruebas.

La mujer, de 80 años, cuando se disponía a coger el tren fue arrollada en el apeadero de Santacruz de Gardea en el paso entre andenes, que es el único cruce peatonal que existe en esta estación.

Renfe: Los sistemas de seguridad funcionaron

“Los hechos se encuentran ahora mismo en investigación y hay muchos detalles que no conocemos, pero gente nos dijo que fue un tren en pruebas que iba a una velocidad de 100 kilómetros por hora”, relata Fuentes, que tiene intención de llevar el caso de los tribunales.

Renfe por su parte se ha “ratificado” en que funcionaron con normalidad los sistemas de información de megafonía y de seguridad. Desde Adif se señala que la investigación determinará las circunstancias del accidente mortal.

La decisión final corresponderá en todo caso a los tribunales ya que la familia de Rosa tiene intención de recurrir a la Justicia.
“La respuesta de Adif y de Renfe ha sido nula. No ha habido ningún tipo de comunicación” con la familia, se lamenta Fuentes. Recuerda que el día del accidente “el único tipo de comunicado fue un tuit que decía ‘accidente con persona en la vía’ y otro tres horas después: ‘se restablece el tráfico ferroviario”.

“Su única preocupación ha sido restablecer el tráfico ferroviario. No lo entiendo, ha muerto una persona. Y en este caso todavía es peor porque nosotros somos una familia de ferroviarios: mi abuelo trabajó 30 años en la Renfe y mi aita 44. Nadie se ha dirigido a él y su vida está destrozada”, relata.

“Esto va a volver a pasar”

Se trata de una “situación inhumana” porque parece que “no ha pasado nada” pero “ese paso sigue ahí y mañana morirá otra persona”. “Esto va a volver a pasar y no nos podemos a quedar quietos”, avisa Fuentes.

Entre la muerte de Irune y de Rosa, han pasado seis años. En este tiempo “ha cambiado algo” como que ahora las víctimas de arrollamiento de tren están incluidas en el Seguro Obligatorio y se están colocando carteles de advertencia de mayor tamaño en las estaciones.

“Eso es todo. Piensan que aumentando el tamaño del cartel el riesgo disminuye”, se lamentan Faustmann y Fuentes, que confían en que su lucha dé frutos y no haya más víctimas. EFE