Momento del rodaje en 1927 de la película "Historia de un taxi", que probablemente no se llegó a estrenar nunca y cuyo guion, de la poeta y escritora Concha Méndez, se ha publicado ahora con un prólogo de la actriz y directora de cine Icíar Bollaín. EFE/Editorial Cuadernos del Vigía

Iciar Bollaín prologa el rescate de un guión de cine de Concha Méndez

Alfredo Valenzuela I Sevilla, 27 may (EFE).- La directora de cine y actriz Iciar Bollaín prologa el guión de cine “Historia de un taxi”, que la escritora y poeta Concha Méndez, esposa del poeta del 27 Manuel Altolaguirre, publicó precisamente en 1927 y que ahora se reedita acompañado por un ‘storyboard’ o boceto de guión del dibujante Jesús Zurita.

Icíar Boillaín confiesa que se encontró por primera vez con Concha Méndez en el documental “Las Sinsombrero”, cuando descubrió a “esta mujer pionera y excepcional cruzando desafiante, transgresora y divertida la Puerta del Sol sin sombrero, del brazo de Maruja Mallo y de Federico García Lorca“, por lo que califica de “imprescindible” el rescate de su obra y también de su faceta de guionista.

Según Bollaín, Concha Méndez se dio cuenta del potencial expresivo del cine en una fecha tan temprana, adivinó que es una “suma de todas las artes” y concluyó que el guión debía ser una obra literaria independiente de las otras y, en efecto, el suyo “es un texto original, escrito para la pantalla, al contrario que las adaptaciones de las obras literarias o teatrales que eran la práctica habitual en esos años”.

“Son apenas doce páginas, pero en ellas se percibe el entusiasmo, la vitalidad y la libertad profunda de una mujer que vivió desafiando todas las ataduras sociales de una época en la que las niñas, sencillamente, no eran nada”, concluye su prólogo Bollaín.

Las sombras de la noche de Madrid

El guión de “Historia de un taxi” se publica en Madrid en 1927 por la Imprenta Ducazcal H. González, tras adelantarse ese mismo año en las revistas ‘La Correspondencia Militar’ y ‘Popular Film’, y también en 1927 el cineasta y productor Carlos Emilio Nazarí comenzó a rodarlo con un elenco de jóvenes actores y actrices, aunque no se ha conservado copia de esa película, que quizás no llegó a estrenarse.

El guión cuenta cómo, mientras la ciudad de Madrid duerme en sombras, un grupo de taxis aparcados cobran vida y comienzan a charlar para ponerse al día y, cuando le llega el turno al de mayor rango, relata la aventura surgida entre Fernando y Carmen, quienes, por puertas diferentes, coinciden en tomar el mismo taxi.

Esa coincidencia se transformará en un ensueño vanguardista de tintes freudianos, que pasa del clásico enredo donde el galán no recordará a la dama a culminar en el travestismo.

El sello granadino Cuadernos del Vigía, dirigido por Miguel Ángel Arcas, ha efectuado ahora una curiosa y muy cuidada edición de “Historia de un taxi”, cosida con hilo y con unas dobles cubiertas en acordeón, como uniendo en uno solo dos volúmenes distintos, el del guión y su ‘storyboard’ o boceto que desarrolla la historia a manera de cómic.

El interés de Méndez por el cine

La edición incluye un estudio crítico de Roberta Previtera que recuerda que el interés de Concha Méndez por el cine se remonta a su infancia, cuando la llevaban al Parque del Retiro para asistir a las primeras proyecciones al aire libre, y su noviazgo de juventud con Luis Buñuel durante el cual conoció el cine de Chaplin y Keaton, que influyó en sus guiones.

Más allá de su labor como guionista, recuerda Previtera, el interés de Concha Méndez por el cine se extendió a una serie de reflexiones que la autora publicó en revistas y periódicos de la época en España y más tarde en Argentina, además de que en Cuba, en 1942, escribió una obra teatral que se caracterizaba por sus influencias cinematográficas, “La caña y el tabaco”.

La influencia del cine también se mostró en algunos de los poemas de Concha Méndez, como el titulado “Bailaora”, que se abre con una imagen de carácter cinematográfico: “El candil ciñe sombras a la pared encalada”.

Miguel Ángel Arcas ha asegurado a EFE que se ha decidido a rescatar esta obra “por su indudable calidad literaria y artística, y por su innegable valor histórico” y para “reivindicar a la Concha Méndez más desconocida, con idea de situarla en el lugar que se merece en el ámbito de la cinematografía española”. EFE