Santander (EFE).- Los dos conductores acusados del accidente que provocó la muerte de un joven de 19 años, que iba en moto en la calle Castelar de Santander, han asegurado este martes que iban a una velocidad “moderada” por la vía urbana y han negado que hubiera “un pique” entre ellos al volante.
En la segunda sesión del juicio, con jurado popular, en el que se juzga a estos dos hombres en la Audiencia de Cantabria, el conductor del coche que chocó de frente con el joven fallecido, ha pedido perdón a la familia al iniciar su declaración.
La Fiscalía solicita 14 años de prisión para ese conductor, B.B., y cuatro años y medio para el otro acusado, A.B..
“En primer lugar, perdón a la familia de la víctima”, ha dicho al comenzar su declaración en este juicio B.B., quien ha señalado que “en ningún momento se ha picado con nadie y que no compite con nadie” mientras conduce.
Ha explicado que la velocidad que más pudo alcanzar con el coche el día de los hechos, en febrero de 2023, no superó los 100 kilómetros por hora, en una calle en la que no se pueden superar los 50 kilómetros por hora.
También ha negado haber consumido drogas, como indicó un test que se le hizo en el lugar de los hechos. “Si veo que no estoy en condiciones soy el primero que no coge el coche. Esa noche estaba bien para conducir, salí de trabajar y me tome tres cervezas, no consumí más”, ha incidido.
Ha asegurado que no ha pedido salir de prisión porque quiere “acarrear” con las consecuencias de sus actos, “de forma justa y en su medida”.
“No consigo perdonarme a mí mismo”, ha reconocido y ha añadido que “no ha habido un día en el que no piense en la víctima y sus familiares”.
El otro acusado ha señalado que no conocía “de nada” a B.B y que no sabía “ni que le tenía en paralelo en la carretera” cuando ambos iban por el centro de Santander.
“No tenía atención prestada en él, iba hablando con mi pareja sobre qué íbamos a cenar”, ha explicado A.B., quien ha reconocido que el día del accidente “se fumó un porro”, pero “se encontraba perfectamente para coger el coche”.
A.B. ha precisado que en el Paseo Pereda iba a una velocidad “moderada” sobre 60 o 70 kilómetros por hora. “A mi me parecía que era moderada”.
Y ha apuntado que cuando se acercó a la rotonda de Puertochico aminoró la marcha cuando vio que el otro acusado le rebasaba por la izquierda hasta que perdió el control.
“Aquello fue una fiesta de chispas y luces. De ahí para adelante no sé, pero mi cerebro lo ha borrado”, ha asegurado.
El juicio continuará mañana, miércoles, con la declaración de doce testigos que estuvieron en el lugar de los hechos durante este accidente, que se produjo la noche del viernes, 3 de febrero de 2023.
