El presidente de la Fundación Yrichen, Jorge Hernández, y la gerente de la ong Proyecto Hombre, Ana Julia Marrero, comparecieron este lunes en representación de la Asociación de Entidades Canarias de Adicciones en una rueda de prensa con motivo del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas 2023. EFE/Ángel Medina G.

Expertos en adicciones alertan del abuso mortal del fentanilo, que ya es una epidemia en EEUU

Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- La Asociación de Entidades Canarias de Adicciones han alertado este Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas de la amenaza que representa el fentanilo sintético, un opioide cuyas muertes por sobredosis son ya una epidemia en Estados Unidos.

Al ofrecer el balance de la actividad desarrollada por esta red, que integran, entre otras entidades, Proyecto Hombre e Yrichen, su presidente, Jorge Hernández, ha resaltado que no sólo hay que prevenir las adicciones con sustancias como la heroína, la cocaína, el alcohol y el cannabis, sino también las se producen sin el concurso de éstas y en las que median las nuevas tecnologías, cuyo uso no responsable o saludable están dando lugar a diferentes tipos de acoso, la proliferación de bulos o la multiplicación de casas de apuestas deportivas por internet.

Todo ello ha llevado a esta asociación a atender el pasado año a 37.650 personas, 200 más que en 2021, 10.266 en sus servicios de tratamiento y 27.384 en proyectos o actividades de prevención, una tarea sobre la que llama la atención a los nuevos gobiernos autonómico, insulares y municipales de Canarias, a los que insta a impulsar un nuevo plan de adicciones “más profesional, eficaz y efectivo, de cara a mejorar las condiciones de vida” de quienes las sufren, en la mayoría de los casos, por estar expuestos a una gran vulnerabilidad.

Para ello, proponen destinar una inversión específica a la investigación de la realidad de las adicciones con y sin sustancia en Canarias, de forma que se pueda avanzar en una planificación eficiente de recursos y también en su especialización, dadas las nuevas formas de consumo que están emergiendo, como el abuso del fentanilo sintético, un medicamento que se receta para aliviar el dolor y cuya sobredosis ya es la primera causa de muerte entre adultos de 18 a 45 años en EEUU, ha recalcado Hernández.

Convencidos de que serán los jóvenes con sus aportaciones quienes mejor podrán ayudar a las autoridades a diseñar una estrategia innovadora sobre prevención de adicciones, esta asociación plantea la necesidad de incluir en ella conceptos y prácticas nuevas, como el de patología dual, el consumo de drogas para facilitar o intensificar la actividad sexual (chemsex), la conducta suicida o la gestión de placeres, riesgos y daños.

O también el ‘claving’, la experiencia subjetiva de deseo intenso o necesidad imperiosa de consumir una determinada sustancia adictiva; o el ‘vamping’, fenómeno que hace referencia a hacer un uso excesivo de los dispositivos electrónicos justo antes de irse a dormir, disminuyendo las horas de sueño y de descanso.

A estos nuevos hábitos adictivos, cuyo abordaje requiere de actuaciones biopsicosociales, según esta asociación, se suman el ‘slamming’, el uso de drogas inyetables durante sesiones de sexo entre hombres; el ‘stalking’, trastorno que tiene una persona que lo lleva a espiar a su víctima en redes sociales; el ‘sexting’, envío de mensajes con contenido de tipo pornográfico y/o erótico a través de los teléfonos móviles; o el ‘grooming’, el acoso sexual de una persona adulta a un menor o adolescente por medio de internet.

Estos especialistas logran que entre un 30 y un 40 por ciento de las personas que tratan consigan dejen atrás su adicción, algo que muchos consiguen tras algunas recaídas que, aunque suene raro, pueden ser muy “terapéuticas” porque permiten descubrir lo que sigue fallando, por lo que pueden ser una oportunidad para reorientar las terapias.

La asociación también considera que es el momento de abordar, “de manera seria, profunda, participativa y responsable, el debate sobre la legalización del cannabis”, para lo que estiman conveniente tomar como referencia el decálogo elaborado por la red nacional de adicciones, y plantean igualmente la necesidad de analizar acciones concretas en torno a la relación entre la violencia de género o sexual que se ejerce sobre las mujeres y el consumo, abuso, dependencia o adicción a sustancias peligrosas de este colectivo.

Para todo ello, exigen que este nuevo plan de adicciones que reclaman tenga una financiación “estable, plurianual, digna y con certidumbre” para que pueda estar acorde a las necesidades de la red que trabaja en su prevención y tratamiento en Canarias, de la que forman parte 371 personas -250 profesionales contratados y 121 voluntarios. EFE