Eduardo Palacios | Logroño, (EFE).- Los demócratas de Estados Unidos tratarán en los próximos meses de «lavar» la imagen de Joe Biden y presentarlo como un hombre capaz de seguir en la presidencia de Estados Unidos porque, en realidad, prácticamente no hay tiempo material de preparar a otro candidato de aquí a noviembre.
Así lo sostiene el coordinador del grado en Ciencias Políticas y Gestión Pública de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Víctor Renobell, que es doctor en Sociología y ha publicado varios libros en los que ha abordado los cambios que se han producido en las últimas décadas en la figura de los líderes políticos y las cualidades que se demandan de ellos.
Porque al margen de lo que sucede en Estados Unidos, los procesos electorales recientes (Europeos, en Francia o Inglaterra) han confirmado que «vivimos en una sociedad que está permanentemente en campaña electoral, ya no son unos meses o unas semanas» y «eso lleva a que se pida a los políticos sobre todo que sean buenos comunicadores y se hagan ver como personajes fuertes».
Este experto admite que el triunfo de Keir Starmer en el Reino Unido «quizás haya roto un poco con ese perfil» y «puede que se empiecen a ver signos de cambio» en la tendencia, también con la victoria por primer vez de una mujer, Claudia Sheinbaum, en México.
En cualquier caso «ya no se busca en política a quien destaque por un perfil de gestión, eso que hemos conocido como tecnócratas» y «pueden ganar elecciones personas solo porque ejercen un liderazgo fuerte, no por tener un aval de trabajo o académico, o porque planteen propuestas brillantes».
Lavar la cara a Biden
En un momento en el que se exige fuerza a los líderes políticos «asistimos a situaciones de debilitamiento en público de Joe Biden» en Estado Unidos, admite y eso ha llevado a que dentro y fuera del Partido Demócrata se escuche que debe haber un cambio de candidato a las elecciones de noviembre.
«El presidente Biden ha dado la imagen que ha dado, pero lleva cuatro años gobernando y sus propios asesores saben que en muchos casos las emociones dependen del momento y sí que ha tenido uno malo en el último debate, pero hay muchos otros actos por delante».
Por eso cree que se va buscar «hacer un lavado de cara a Biden» y «presentarle en los próximos meses como un hombre capaz, en base a su experiencia» y «luego llegará el último momento, incluso a pocos días de las elecciones veremos cómo sube el tono de todo y de todos, llegarán los mensajes más duros porque habrá gente que decida su voto entonces y es cuando Biden debe demostrar su fuerza».
Además, en su opinión «tampoco hay tiempo para preparar a un candidato adecuado» porque, por ejemplo, la vicepresidente Kamala Harris «es mujer y negra» y «necesitaría un margen mayor para preparar al electorado y a sus propios compañeros de partido para el cambio que eso supondría» además de que «frente a Trump siempre parecería que sus rivales han tenido que recurrir a la segunda opción».
También está el problema de la financiación «porque en Estados Unidos se financia a un candidato» y «uno nuevo debería empezar un proceso para el que tampoco sé si hay tiempo» y «también por eso creo que los esfuerzos de los demócratas van a ir a que Biden remonte su imagen, demuestre carácter y aguante este baile como sea».
De hecho, pronostica, «a partir de ahora nos repetirán imágenes de Biden que representen más fortaleza y que den la imagen de que trabaja 24 horas al día aunque a veces tenga un mal momento» todo con la idea de que «una imagen ya no vale más que mil palabras, tiene el valor de un millón».
